¿El mayor entretenimiento de tu bebé es vaciar el contenido de los cajones, sin importarle si se trata de juguetes, prendas de ropa o menaje de cocina? ¿Le encanta abrir las puertas de los armarios y sacarlo todo fuera?
Por desesperante que pueda llegar a ser para los padres, es muy positivo para el desarrollo del bebé que le permitamos hacerlo (lógicamente, de forma segura), pues mediante la experimentación y la exploración libre de su entorno, va adquiriendo distintas habilidades y aprendiendo importantes nociones.
¿Qué aprende el bebé vaciando armarios y cajones?
Cuando el bebé comienza a ganar autonomía (mediante el gateo o los primeros pasos) su principal reto será explorar el entorno que le rodea. Gracias al movimiento libre y la experimentación, el bebé comienza a comprender e interiorizar conceptos clave, además de adquirir importantes destrezas y habilidades.
Los niños progresan cuando tienen un espacio seguro en el que moverse y puede avanzar a su propio ritmo. Y en ese sentido, los cajones y armarios se convierten en auténticas "cajas de tesoros", divertidas, estimulantes y muy educativas.
Aunque a los adultos nos pueda parecer una actividad sin ningún valor educativo, -además de molesta, por el caos y desorden que se genera-, vaciar cajones aporta al bebé todos estos aprendizajes:
Conceptos matemáticos y físicos
Vaciando cajones y armarios, los bebés comienzan a descubrir e interiorizar conceptos físicos y matemáticos que le servirán para entender mejor el mundo que le rodea.
Por ejemplo:
- El niño descubre que los cajones o puertas se abren y se cierran cuando aplica una fuerza con sus brazos. A veces esa fuerza debe ser mayor, y otras veces, por más fuerza que aplique no conseguirá abrirlo.
- Los cajones se abren si tira de ellos, y se cierran si los empuja (descubrimiento del concepto causa-efecto). Son dos movimientos opuestos que le descubren que puede cambiar la posición de un objeto actuando sobre él de forma consciente.
- Las cosas dentro del cajón están organizadas de una determinada manera, y al sacarlas y extenderlas en el suelo parecen diferentes. Esto permite al bebé observar y entender las diferencias y similitudes que ciertos objetos, interesando conceptos como la categorización, discriminación y clasificación.
Aprendizaje sensorial
Dentro de los cajones guardamos objetos como mantelerías o textiles, accesorios de cocina, envases, juguetes... cada uno de estos objetos tiene una consistencia, peso, olor, color y textura diferentes.
Por ejemplo, hay objetos blandos y duros; de tacto rugoso, áspero, frío o suave; objetos grandes o pequeños; objetos que suenan cuando se caen al suelo y otros que apenas hacen ruido... También hay objetos que al bebé le resultan familiares, y otros que llamarán profundamente su atención por su aspecto, textura o color.
En definitiva, vaciar cajones es una excelente actividad sensorial para potenciar al máximo los sentidos del bebé.
Aprendizaje práctico
Los niños son grandes observadores y continuamente se fijan en lo que los padres hacemos. En este sentido, mediante la observación de nuestros actos, el bebé también aprende conceptos de la vida práctica como qué cosas se guardan en un cajón y cuáles en otras, con qué objetos le está permitido jugar y con cuáles no (interiorización de los límites), o qué uso damos los adultos a dichos objetos.
Estas sencillas "notas mentales" que va tomando el bebé le servirán poco a poco para involucrarse de manera activa y autónoma en la vida práctica y diaria del hogar (por ejemplo, ayudándonos a poner la mesa, pues sabe en qué cajones guardamos los manteles, los cubiertos...).
Desarrollo motor
Por último, no podemos olvidarnos de los beneficios a nivel motor que esta práctica actividad tiene para el bebé. En concreto, el niño que juega a abrir y cerrar cajones están entrenando la coordinación óculo-manual y la habilidad motora fina, pues para desempeñar la actividad pone en juego los músculos y huesos de los brazos y manos.
La importancia de explorar en un entorno seguro
Ahora bien, tan importante es permitir que el niño pueda desarrollar libremente esta actividad, como asegurarnos de que lo haga en un entorno libre de peligros y riesgos para su salud e integridad física.
En este sentido, te compartimos algunas recomendaciones que debes tener en cuenta:
- Debemos asegurarnos de que no hay objetos peligrosos dentro de los cajones o armarios a los que niño tenga acceso (mucho cuidado con los mandos a distancia o aparatos con pilas de botón, objetos pequeños que pueda llevarse a la boca, objetos punzantes o cortantes como cuchillos, agujas o tijeras...).
Las medicinas, artículos de higiene/aseo y productos de limpieza deben estar siempre guardados en armarios superiores a los que el niño no pueda acceder y a ser posible bajo llave.
- Todos los muebles y armarios tienen que estar anclados a la pared para que el bebé no pueda vencerlos si se apoya o tira de ellos.
- Es recomendable que los cajones y puertas tengan un dispositivo de seguridad para que se cierren lentamente, evitando que el niño pueda pillarse los dedos.
Pero además de estas medidas básicas de seguridad, los padres debemos estar presentes en todo momento, acompañando al niño en sus descubrimientos, estimulando su curiosidad e e interactuando con él.
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