Ayer iniciamos un tema acerca de la sexualidad de las personas en el que estamos tratando de explicar cómo son las fases de la evolución de dicha sexualidad en los niños hasta llegar a la edad adulta, según explica Osho.
En la entrada anterior comentamos la primera de tres fases, la fase autosexual en la que prima el disfrute de uno mismo con su cuerpo, y hoy trataremos la segunda y tercera fase, a las que los niños deberían llegar de manera natural a medida que crecen, evolucionan y empiezan a tener relaciones sociales con otros niños.
La segunda fase es la fase homosexual que, por llamarse así, no está exenta de cierta polémica, porque viene a decir que todos los que pasamos de la primera fase en nuestra maduración sexual fuimos en algún momento homosexuales.
La fase homosexual
En la primera fase, la autosexual, el niño conoce su cuerpo y disfruta con él. Se puede decir que le gusta su cuerpo, cómo es él y qué sensaciones le produce.
Si es un niño, le gusta su cuerpo de niño y si es una niña le gusta su cuerpo, que es el de una niña. Pasar de la autosexualidad a la heterosexualidad, pasar de amar tu propio cuerpo a amar un cuerpo "desconocido" sería un salto demasiado grande en la evolución y por eso, antes de amar un cuerpo ajeno extraño el niño amará un cuerpo ajeno conocido.
Así sucede que los niños empezarán a juntarse con los niños y las niñas con las niñas. Los niños sabrán entender y sabrán relacionarse con los niños, y las niñas con las niñas, pero un niño difícilmente se relacionará con una niña del mismo modo, porque son un mundo aparte, son diferentes: "su cuerpo es diferente al mío y yo amo mi cuerpo".
Es una fase igualmente natural que los niños irán dejando atrás a medida que vayan teniendo contacto con otras niñas y vayan conociéndolas y relacionándose con ellas.
Perpetuándose la homosexualidad
Sin embargo, existen muchos padres y muchos círculos sociales que ponen barreras entre los chicos y las chicas. Hace años, muchos años, la mayoría de colegios se separaban por sexos. Los niños iban a colegios de niños y las niñas a colegios de niñas. Esto ahora es costumbre únicamente en algunos colegios privados, por suerte (al menos eso pienso yo).
Sin embargo, siguen dándose estas barreras en otros ambientes o círculos como el deporte, donde los equipos son de chicos o de chicas, pero nunca mixtos (a no ser que sean niños pequeños). Además las barreras no son sólo físicas, puesto que a nivel de comunicación, hay padres que marcan mucho las diferencias entre lo que es un comportamiento masculino y uno femenino ("esto es cosa de niñas, no lo hagas...", "mi hija juega a fútbol, es un poco marimacho",...).
Si niños y niñas son separados la fase homosexual se perpetúa, se alarga, se extiende porque niños y niñas apenas tienen contacto como para pasar a la fase heterosexual con naturalidad.
Por suerte para todos la homosexualidad está cada día más aceptada (sobretodo en nuestra generación y las que vienen), pero hace un tiempo esto no era así y curiosamente la separación entre sexos era más generalizada. Digo curiosamente porque la misma sociedad que repudiaba la homosexualidad estaba promoviendo su aparición con la separación de los niños y jóvenes por sexos.
La fase heterosexual
Finalmente, cuando el niño (o niña) ha ido pasando desde la fase autosexual hasta la homosexual y si ha podido estar en contacto con niños del sexo contrario de manera natural, conviviendo sin que nadie viera sexualidad en sus juegos y charlas y lo censurara, aparece la fase heterosexual.
Llegando a esa fase la persona es capaz de enamorarse de otra del sexo contrario de una manera sana y madura, aún cuando la persona contraria pertenece a un mundo diferente, con una psicología y espiritualidad diferentes.
Conclusiones y opiniones
Supongo que coincidiréis conmigo en que, estéis de acuerdo o no con las palabras de Osho, no dejan indiferente a nadie. Leyendo las tres fases de la sexualidad que explica Osho puedo decir que estoy bastante de acuerdo con la secuencia lógica que propone, empezando por una fase autosexual que se corresponde con el momento en el que un niño debe conocerse a sí mismo en todas las vertientes posibles, ya sea psicológica, corporal, emocional o social, pues debe saber quién es, cuál es su papel en la vida, qué representa en la sociedad y cuáles son las características que le hacen ser igual que los demás y a la vez diferente, pasando por una fase homosexual en la que los niños se convierten en compañeros inseparables de juegos, de momentos y de confidencias, que según Osho no dura demasiado tiempo, llegando finalmente a la fase heterosexual en la que los niños, amplios conocedores de su cuerpo y de sus posibilidades desean explorar y conocer el cuerpo contrario, además de a la persona que tanto tiempo ha resultado ser rechazada por diferente.
Sin embargo, pese a comulgar con esto que dice, queda a mi parecer demasiado tajante el paso "o el no paso" de una fase a la otra. Según el autor hay muchos niños que se quedan en la fase autosexual sin pasar a la homosexual y, en consecuencia a la heterosexual. De igual modo hay muchos que se quedan en la homosexual sin pasar a la heterosexual.
Y yo no creo que los niños se queden estancados en una u otra fase, sino que llegan a pasar porque quieras que no, el niño crece y con él su inteligencia y su capacidad de relacionarse con otros y, por mucha limitación social y de los padres que viviera, pasa de fase sí o sí.
Ahora bien, una cosa es pasar de fase y otra muy diferente es cómo esto sucede. No es lo mismo pasar de curso habiéndolo aprobado todo o habiendo sacado todo notables que pasar de curso con alguna asignatura suspendida. Pues de igual modo debe haber niños que van pasando de fase en la sexualidad con carencias en alguna de las fases o partes no superadas, que arrastrará, seguramente, para siempre.
Foto | Mikebaird en Flickr En Bebés y más | Cómo evoluciona la sexualidad de un niño (o cómo debería hacerlo) (I), Mi niño se toca..., Se toca los genitales, El impulso sexual en bebés y niños