Todos, adultos y niños, tenemos derecho a tener un mal día. Es normal frustrarse en algún momento, sentirse agotado, enfadado, decepcionado o con ganas de esconderse del mundo. Estos sentimientos son más notorios en los niños, pues son seres puramente emocionales que necesitan de nuestro acompañamiento y enseñanza para aprender a gestionar todo eso que sienten, y que no siempre es fácil de controlar.
En Bebés y Más os hemos recomendado en varias ocasiones herramientas de gestión emocional para los niños, pero hoy quiero dedicar este artículo en exclusiva a hablaros del 'rincón de la calma', un poderoso recurso con grandes beneficios para todos y que no debería faltar en nuestras casas (ni en las aulas).
Te explicamos en qué consiste el 'rincón de la calma' y como podemos preparar uno para que niños y adultos podamos tomarnos un tiempo de desconexión y reflexión respetuoso cuando las emociones nos desborden.
En qué consiste el 'rincón de la calma'
Se trata de un espacio físico que tiene como objetivo proporcionarnos bienestar cuando no nos encontremos bien emocionalmente; es decir, cuando estemos cansados, hayamos tenido un mal día, necesitemos 'desconectar' de lo que nos rodea, encontrarnos a nosotros mismos, calmarnos...
Este espacio debe ser utilizado tanto por los adultos como por los niños, por dos motivos principalmente:
- En primer lugar, porque nosotros también necesitamos desconectar cuando las cosas no van bien, cuando nos sentimos sobrepasados o para evitar perder los nervios cuando surgen conflictos en casa
- Y en segundo lugar, porque los adultos somos el espejo en el que los niños se miran, y si nuestros hijos ven que mamá y papá acuden al 'rincón de la calma' cada vez que lo necesitan, ellos también harán lo mismo
El 'rincón de la calma' nos ayudará a poner en práctica el tiempo fuera positivo; una herramienta de la Disciplina Positiva que nada tiene que ver con el 'tiempo fuera' tradicional o con el llamado 'rincón de pensar'.
Estas dos técnicas de modificación conductual consisten en excluir al niño de la actividad que esté realizando y sentarlo en una silla o en un rincón, para que reflexione acerca de lo que ha hecho y cambie su forma de actuar. Por el contrario, el tiempo fuera positivo nos ofrece una alternativa respetuosa, firme y gentil a la hora de educar, además de un gran recurso para gestionar las emociones.
Qué tener en cuenta antes de utilizar el 'rincón de la calma'
Y es que como hemos comentado, se trata de un espacio físico al que retirarse de forma voluntaria para sentirnos mejor, pero en ningún caso este espacio debe sustituir el acompañamiento respetuoso y amoroso del adulto y el sostén emocional que el niño necesita en esos momentos. A medida que el niño vaya entiendo la finalidad de este espacio y alcanzando la madurez suficiente para lograr por sí mismo autorregular su comportamiento, podrá comenzar a utilizarlo en soledad cada vez que lo necesite.
También es importante tener muy claro que este espacio no es un castigo, ni debe ser utilizado de forma impuesta. En este sentido, mucho cuidado con obligar al niño a retirarse al 'rincón de la calma' o sugerirle que lo haga empleando un tono de voz autoriatorio, acusatorio o reprobatorio ("¡vete ahora mismo al rincón de la calma a relajarte un ratito!"), pues podría tener el efecto contrario al deseado y ser interpretado por el niño como un sitio negativo o de exclusión.
Y por último, hay que recordar que el 'rincón de la calma' es un espacio al que nos retiramos para encontrar eso, calma. La finalidad de este espacio es que logremos sentirnos bien y conectar de nuevo con nosotros mismos, por lo que no es un espacio de crítica, sermones ni juicios.
Cómo preparar un 'rincón de la calma' en cinco pasos
A continuación os detallamos los pasos que tendremos que dar para preparar un 'rincón de la calma' en nuestro hogar:
1) Vamos a prepararlo entre toda la familia
Puesto que este espacio será utilizado por todos los miembros de la familia, todos debemos participar en su elección y decoración, así, además, el rincón tendrá el toque personal de cada uno de los miembros de la familia.
2) Definir el espacio
Vamos a definir qué sitio de la casa será el más indicado para poder establecer allí nuestro rincón. No es necesario que sea un espacio grande; solo necesitamos que sea confortable y que podamos tener libre acceso para acudir a él cuando lo necesitemos.
3) Presentárselo al niño
Vamos a explicarle al niño qué es lo que que vamos a hacer, en qué va a consistir el 'rincón de la calma' y qué finalidad tendrá. Se lo presentaremos como un juego o una actividad para hacer en familia, y le explicaremos que será un espacio muy bonito y especial dentro de nuestro hogar al que poder retirarnos cuando necesitemos calmarnos.
4) Decorarlo
A continuación, elegiremos los materiales y elementos decorativos que queremos que tenga nuestro rincón. Es recomendable que estos materiales permanezcan siempre ahí, para que cuando necesitemos echar mano de ellos los encontremos sin dificultad. También se aconseja que estén debidamente ordenados en cajas, para que al niño le resulte fácil encontrarlos.
Algunos de los materiales que podemos incluir en nuestro 'rincón de la calma' son:
Elementos que nos aporten comodidad física, tales como colchonetas, mantas, cojines, almohadas...
Materiales que nos ayuden a volver a un estado de calma, como molinillos de viento o pomperos para controlar la respiración, botella de la calma, caja sensorial, bolas o cojines antiestrés, relojes de arena o agua para relajarnos, tarjetas para identificar emociones, libros para ayudarnos a gestionar nuestras emociones, mandalas para colorear y liberar tensión, plastilina o pasta para modelar...
Elementos que nos ayuden a sentirnos seguros y protegidos, tales como mantas, peluches o objetos de apego, tiendas de campaña o tipis, luces de Led....
Objetos que nos aporten felicidad, que nos inspiren, nos reconforten y nos hagan sentirnos mejor. Cada miembro de la familia elegirá el suyo. Puede ser, por ejemplo, un reproductor para escuchar música, un libro, unas fotografías bonitas, un dibujo especial, algún recuerdo que nos transmita felicidad, piedras decorativas, una manualidad que hayamos hecho en familia y nos guste admirar...
5) Poner nombre a nuestro rincón
Finalmente, podemos poner un nombre bonito a nuestro 'rincón de la calma' y que simbolice en pocas palabras la idea que queremos transmitir. Algunos ejemplos: 'el refugio', 'la cueva de la calma', 'el país de la fantasía', 'el rincón de la serenidad', 'la esquina de la paz'...
¡Seguro que a los niños se les ocurre un montón de ideas inspiradoras!
Ideas inspiradoras
Para poder inspiraros a la hora de crear un rincón de la calma en vuestro hogar, os dejamos algunos ejemplos que hemos encontrado en Instagram y que nos han gustado mucho.
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