Cuando empiezas a pensar en la educación de tu hijo fuera de casa tienes en principio dos opciones: haces una lista de las que te vienen bien por su ubicación, o abres un universo infinito de guarderías y colegios en el que te puedes perder gracias a los muchos métodos de enseñanza que existen. Si es así, dile adiós a dormir durante algunas semanas mientras que eliges qué es lo mejor para tu retoño.
Yo de momento no tengo prisa, pero me he sumergido en la segunda opción y me he topado con Montessori, un método que me llama especialmente la atención porque es de todo menos tradicional y, para qué negarlo, porque se ha puesto 'de moda' gracias a que el príncipe George (hijo del príncipe William y la duquesa de Cambridge), asiste a una guardería que practica ese método. Ah, y un dato extra: los fundadores de Google también provienen de una de sus escuelas.
¿De qué se trata el 'método Montessori' y qué lo hace tan especial?
Lo que propone este método (creado por María Montessori, la primera doctora italiana quien trabajó con niños la mayor parte de su vida), es potenciar la capacidad natural de aprender de los niños, permitiéndoles ser libres de explorar, jugar, moverse y socializar a su ritmo... de esa manera ellos desarrollan su independencia y los profesores se convierten en orientadores más que en personas que controlan y dirigen a un grupo.
Cada niño es considerado como un individuo, así que en vez de una clase programada, cada uno tiene una planificación especial y unas metas en las que debe trabajar (por ejemplo en áreas de matemáticas, idiomas y ciencias).
Una de las premisas de la filosofía Montessori es que el niño es básicamente 'una esponja que todo lo absorbe' y que desde los 0 hasta los 6 años es posible aumentar su potencial con los estímulos adecuados: juguetes 'poco hechos' que estimulen su creatividad, mucho contacto con la naturaleza y sobre todo, libertad de movimiento.
Las aulas en las que se imparten las 'clases' se caracterizan por ser espacios abiertos que cuentan con diferentes áreas en donde los niños pueden leer, jugar, experimentar o practicar matemáticas. Así el niño puede moverse libremente dentro de ellas y elegir la actividad que le apetece hacer en cada momento. Este punto no es simple capricho: se debe a que el método pretende respetar los momentos en que los niños están más dispuestos a aprender cosas sobre un área específica (llamados 'períodos sensibles'), sin atarles a un horario que les pueda generar frustración.
Las manos son el recurso más utilizado porque es uno de los primeros sentidos que utilizamos para descubrir el mundo desde que nacemos, por ello no es raro encontrar materiales como arena, agua, pinturas y elementos de construcción... todo aquello que estimule su capacidad sensorial puede ser utilizado como material.
Una de las cosas que más me llama la atención de este método es que, a pesar de promover la independencia de los niños, estos aprenden a trabajar en equipo y con un enorme sentido de la colaboración... que a final de cuentas es la manera más fácil de alcanzar un objetivo común.
¿Cómo podemos saber si este método es adecuado para mi hijo?
Sabemos que cada niño es un mundo y por eso no cualquier método puede funcionar para cada uno de ellos. No existe un manual que indique si este es el ideal para tu hijo, pero intuitivamente se percibe que el niño debe tener un 'espíritu aventurero' para lanzarse a probar nuevas actividades día tras día y por su propia cuenta.
En teoría, cuanto antes el niño empiece a ser estimulado bajo los métodos de Montessori, se acoplará más fácilmente a las aulas que lo practican. Sin embargo es vital tener en cuenta si el niño en algún momento asistirá a un colegio o instituto que practica la enseñanza tradicional, ya que el cambio puede ser demasiado drástico... tener que enfrentarse a unas reglas, a un profesor que te marque lo que debes estudiar en cada momento y sobre todo, a un entorno en donde la competencia es el pan de cada día puede ser muy frustrante para ellos.
Si estamos pensando en inscribir a nuestros hijos en alguno de los centros que siguen la filosofía Montessori también es importante tener en cuenta que es un nombre que se utiliza libremente, así que debemos asegurarnos antes de que los profesionales están debidamente capacitados en la metodología.
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