De todos es sabido que la música tiene grandes beneficios para los niños, por ello, la educación musical juega un papel significativo en la pedagogía Montessori. A través de la música es posible fomentar desarrollo del niño en todas sus áreas, tanto a nivel cognitivo, como emocional, social y físico.
Te explicamos cuáles son los beneficios de la educación musical según Montessori y qué debes tener en cuenta a la hora de enseñar música de forma práctica.
Beneficios de la educación musical según Montessori
La musicalidad y el ritmo están presente en nuestra vida desde que nacemos, lo que ocurre es que no siempre somos conscientes de ello. Hay ritmo en la naturaleza, en los versos y los poemas, en la cadencia de nuestra voz, en el latir de nuestro corazón... incluso podemos apreciar musicalidad en los sonidos que escuchamos a nuestro alrededor.
Por eso es importante enseñar a los niños a amar la música desde pequeños, favoreciendo la educación musical en los primeros años de vida mediante los sentidos y la libre exploración.
Según Montessori, estos son los beneficios que tiene para los niños la educación musical:
Expresión de sentimientos y emociones. La música es una forma de expresión que permite a los niños canalizar sus emociones y pensamientos de una manera creativa y única. A través de la música, los niños pueden explorar una amplia gama de sentimientos y estados de ánimo, lo que les ayuda a desarrollar habilidades emocionales y de autoexpresión.
Desarrollo sensorial. A través de la enseñanza musical, los niños aprenden a apreciar diferentes ritmos, melodías, tonos y patrones de sonido. Esta sensibilidad auditiva agudizada también puede influir positivamente en su capacidad para aprender otros idiomas y desarrollar habilidades matemáticas.
Coordinación y movimiento. Participar en actividades musicales, como tocar instrumentos o bailar al ritmo de la música, contribuye al desarrollo de la coordinación motora y la conciencia espacial de los niños.
Concentración y atención. La música requiere concentración, lo que ayuda a los niños a desarrollar habilidades de enfoque y atención. Además, los estudios han demostrado que la educación musical favorece la memoria de trabajo y mejora el desempeño.
Desarrollo social. La música también fomenta la colaboración y la interacción social, pues los niños se unen para crear melodías juntos, cantar en grupo o participar en actividades rítmicas que favorecen la comunicación y la cooperación.
Creatividad y resolución de problemas. En un entorno Montessori, se fomenta la improvisación musical, lo que permite a los niños crear su propia música. Esto desarrolla su capacidad de pensar de manera creativa y les ayuda a aprender cómo resolver problemas en el contexto musical.
Favorece la adquisición del lenguaje. La forma en la que el cerebro procesa el sonido es igual que la manera de procesar el lenguaje. Por eso, los estudios han demostrado que los niños que reciben educación musical desarrollan mayores habilidades lingüísticas, favoreciendo la comprensión lectora, el procesamiento auditivo rápido y desarrollando una mayor conciencia fonológica.
Cómo enseñar música a los niños según Montessori
En la pedagogía Montessori, la enseñanza de la música se realiza de manera integral y holística, siguiendo los principios fundamentales de esta filosofía y permitiendo que sea el niño quien descubra la música mediante la exploración y la expresión individual según sus propios intereses.
Para educar a los niños en la música según la pedagogía Montessori, debemos seguir las siguientes recomendaciones:
Ambiente preparado. Al igual que en otros aspectos de la pedagogía Montessori, debemos crear un ambiente preparado para la educación musical. Esto implica disponer de una variedad de instrumentos musicales y colocarlos de manera ordenada en estanterías accesibles a los niños. Los instrumentos deben tener un tamaño adecuado para que el niño pueda manipularlos con facilidad.
Presentación de materiales. El adulto debe presentar al niño los instrumentos musicales de manera gradual y respetuosa. Además, le demostrará cómo se utilizan para hacer música y le animará a elegir el instrumento que desee, favoreciendo en todo momento la libre exploración del niño según sus intereses individuales.
Actividades musicales variadas. Además de hacer música con instrumentos, el adulto puede presentar al niño otro tipo de actividades musicales como cantar canciones, explorar ritmos corporales o crear improvisaciones musicales. Igualmente, se puede fomentar en los niños la apreciación musical mediante la escucha de los diferentes géneros musicales o aprendiendo sobre compositores famosos
Guiar sin dirigir. El educador en un entorno Montessori actúa como un guía y un facilitador, no como un instructor tradicional. Debe estar atento a los intereses y necesidades individuales del niño y ofrecer apoyo y orientación cuando sea necesario.
A medida que los niños vayan creciendo y su interés musical crezca con ellos, podemos enseñarles a representar el ritmo mediante notas musicales manipulativas, tal y como se explica en este artículo del blog Creciendo con Montessori.
Cuáles son los materiales más adecuados para empezar a enseñar música
Como hemos comentado, los instrumentos musicales son la mejor forma de iniciar a los niños en la educación musical. En el enfoque Montessori, los instrumentos deben elegirse en función de su capacidad para involucrar activamente al niño, promover la exploración sensorial y permitir la expresión creativa.
Asimismo, los instrumentos deben ser seguros y apropiados a la edad del niño, y presentarlos de una manera organizada, atractiva y accesible en un ambiente preparado.
Estos son algunos de los instrumentos más utilizados en la pedagogía Montessori para enseñar música a los niños:
Instrumentos de agitación como cascabeles, palos de lluvia, muñequeras, maracas o campanas son fáciles de sostener y agitar, por lo que resultan perfectos para acercar la música a los niños desde bebés. Entre sus beneficios destacan también el desarrollo de la coordinación motora fina y la comprensión de cómo el movimiento afecta el sonido.
Campanas Montessori. Es el material musical Montessori por excelencia. Cada campana tiene un color y tamaño diferente para representar las notas musicales. Los niños pueden explorar las campanas tocándolas con suavidad y escuchando las distintas notas que producen.
Instrumentos de percusión. Los tambores son uno de los primeros instrumentos de percusión que los niños aprenden a utilizar, y en Montessori se recomienda especialmente, pues permiten enseñar ritmo y coordinación. A medida que el niño vaya desarrollando sus habilidades motoras finas y coordinación podemos ofrecerle otros instrumentos como claves, triángulos, crótalos, xilófonos, metalófonos o cajas chinas, que resultan también ideales para aprender a diferenciar los sonidos cortos de los largos.
Instrumentos de viento. Entre los instrumentos de viento más recomendados en Montessori destaca la flauta de ´embolo, pues es muy fácil de manejar desde temprana edad y permite al niño explorar melodías simples e ir controlando de forma progresiva su respiración.
Foto de portada | Freepik