La Comunidad de Madrid ya anunciaba en el mes de mayo que este curso los colegio que cuenten con más de una clase por cada curso o nivel educativo escolarizarán en el mismo grupo a los hijos nacidos en parto múltiple, como gemelos o mellizos.
En plena segunda ola de coronavirus, la recomendación cobra aún más sentido y escolarizar juntos a hermanos de la misma edad que conviven es lo más aconsejable -siempre que sea posible- para minimizar el número de contactos y con ello reducir la capacidad de dispersión del virus en caso de contagio.
La Junta de Andalucía, por ejemplo, especifica en su protocolo de comienzo de curso que:
"En los casos en los que los centros escolaricen en un mismo nivel alumnado que pertenece al mismo núcleo familiar (hijos/as nacidos de partos múltiples, familias en las que los hermanos/as, o aún sin serlo por ser hijos de diferentes progenitores, conviven en el mismo domicilio), éstos serán agrupados en el mismo nivel y grupo de convivencia escolar y, en su caso, en la misma aula, de acuerdo con las posibilidades organizativas de los centros".
Así, se pide además que los niños que convivan juntos compartan espacio en las aulas y en cualquier otro sitio como el comedor o el autobús escolar, para poder identificar a los contactos más fácilmente en caso de contagio.
Si se separaran individualmente en diferentes aulas, en dos o más grupos, el riesgo se multiplica en ambos sentidos, tanto de entrada como de salida del virus.
Por un lado, cada niño podría contagiarse de algún otro niño de su propio grupo de convivencia, y por otro, si se contagiara uno, el otro muy probablemente también se infectaría y podría contagiar a su vez a los niños de su propio grupo de convivencia. Si fueran trillizos o cuatrillizos, el riesgo se multiplicaría, claro.
En cambio, al juntarlos en un mismo grupo, se contiene el riesgo sanitario. En caso de haber un contagio, se debería confinar a dos -o más- clases en lugar de solo a una. Es lo más lógico.
Recordemos que los "grupos burbuja" o las "aulas burbuja" son grupos de convivencia estable, recomendadas para grupos de educación infantil y primero de primaria en cuyo ámbito no se aplican criterios de limitación de distancia por ser prácticamente imposible de cumplir entre los más pequeños.
En cursos superiores, también es lo más lógico que los hermanos estén agrupados en una misma clase, con el objetivo de reducir el riesgo de contagio y facilitar la contención en caso de producirse.
Gemelos y mellizos, ¿juntos o separados en clase?
Hace algunos años se separaban por norma, y en la actualidad aún son muchos los colegios que separan a los hermanos nacidos en un mismo parto como criterio generalizado.
La justificación es que cada niño tiene que desarrollarse de manera independiente de su hermano, y evitar que uno ejerza un especial dominio sobre otro. Pero los expertos aseguran que no hay estudios que confirmen esta hipótesis, y que separar a hermanos que se han gestado, han nacido y se han criado juntos podría ser incluso perjudicial.
Para muchos, contar con la cercanía de su hermano o hermana, le aporta seguridad, dado el vínculo especial que tienen. Cuando un niño pequeño empieza el colegio, ya de por sí separarse de los padres suele ser difícil, y hacerlo también de un hermano gemelo podría agravar la situación.
Para algunos, separarlos podría ser favorable, mientras que para otros no. Lo más respetuoso es escuchar las necesidades individuales de cada familia y que sean los padres lo que decidan qué es lo mejor en cada caso.
Poder ir juntos, no solo por el Covid
A partir del Covid, las familias de niños nacidos de partos múltiples esperan que de ahora en adelante, la comunidad educativa sea más sensible al reclamo de muchos padres que solicitan que sus hijos no sean separados en diferentes clases. No solo por razones sanitarias, sino por cuestiones personales y en beneficio de la salud emocional de sus hijos.
Algunos padres no se sienten escuchados por los centros educativos, y en los casos más extremos, el asunto ha llegado a la justicia. Hace algunos años, unos padres de Extremadura que finalmente consiguieron que sus mellizos pudieran ser escolarizados juntos, tras la decisión de un juez, puesto que considera que los centros "tienen autonomía para planificar y organizar la actividad educativa", pero también los padres "tienen derecho a participar en el proceso educativo".
Considera que se debe decidir "teniendo siempre en consideración la opinión de los padres... sin que la Administración pueda imponer una opción sin una causa justificada".
En Bebés y más | "Los padres son quienes deben decidir si se separa a los múltiples en el colegio". Entrevista a Meritxell Palou