¿Jornada continua o partida en los colegios?: esto es lo que opinan las familias
Que el modelo educativo español todavía está anclado en el pasado en muchos aspectos, es algo que hoy en día no se puede rebatir. El elevado fracaso escolar es una clara muestra de ello, por lo que desde hace unos años se está intentando mejorar la educación desde muchos frentes, con el objetivo de que los niños no solo aprendan, sino que lo hagan con interés y motivación.
Uno de esos aspectos que está cambiando en muchos colegios españoles es el horario lectivo, de manera que cada vez son más los centros educativos que están abandonando la tradicional jornada partida, para acogerse a la jornada continua. Sin embargo, aún no se disponen de datos concluyentes que indiquen si esta jornada es mejor para el rendimiento académico de los alumnos.
Si preguntamos a las familias, son muchas las que consideran que el horario intensivo tendría grandes ventajas para los niños, pero también las hay que no son partidarias del cambio. Estas son las opiniones que nos han manifestado al respecto. Y tú, ¿estás a favor o en contra de la jornada continua en los colegios?
¿Qué es la jornada continua?
Antes de analizar las opiniones que el tema suscita, es importante conocer las implicaciones que tendría el abandono de la jornada partida en favor de la continua, y qué horarios seguirían los alumnos.
Aunque estos pueden variar ligeramente de una comunidad autónoma a otra (e incluso de un colegio a otro dentro de la misma comunidad), la idea sería evitar el parón del mediodía para comer y concentrar todas las horas lectivas en la mañana.
Pongamos un ejemplo
Imaginemos un colegio con jornada partida, en donde los alumnos entren a las 09:00 horas y tengan un bloque de clases matinales (con un ratito de recreo entre medias) hasta las 12:30 horas. A esa hora, se marcharían a comer (unos a sus casas, y otros al comedor escolar) y a continuación jugarían en el patio. La vuelta de nuevo a las aulas tendría lugar a las 14:30 horas, con un bloque de tarde de dos o tres materias hasta la hora de salida, a las 16:00.
En el caso de un colegio con jornada continua, los niños entrarían a las 09:00 horas y todas las clases se concentrarían en horario de mañana (con un rato de recreo entre medias), de manera que finalizarían a las 14:00 horas. A partir de ese momento, los alumnos que lo deseen harían uso del comedor escolar hasta las 16:00 horas.
Argumentos a favor
No afectaría a la conciliación
Tal y como acabamos de comentar, el horario de salida de los niños no tendría modificaciones si hacen uso del comedor escolar. Y esto es importante recalcarlo porque muchos padres creen que la jornada continua podría interferir con su jornada de trabajo, y ocasionar problemas para conciliar.
"Todos los coles públicos de mi pueblo tienen jornada intensiva, excepto los concertados. Y creo que es la mejor opción. Hay mucha confusión en este tema y es que si les dejas a comer en el comedor, su hora de salida seguiría siendo las 16:00 horas, que generalmente es la misma que la que tienen los colegios con jornada partida" - explica Virginia, madre de una niña de seis años.
"En mi opinión, la jornada partida no tienen ningún sentido, siempre y cuando en caso de jornada continua el colegio ofrezca la posibilidad de comedor y acogida posterior. De esa forma, quien necesite que sus peques estén cubiertos no tendría problema, pero no se obligaría a todos los niños a estar sometidos a un horario partido agotador" - manifiesta Alejandra, madre de tres niños de diez, seis y tres años.
Los niños rinden más académicamente
Son varios los profesores y educadores que consideran que esta jornada favorecería la concentración de los niños, repercutiendo en un mayor interés, motivación y mejores resultados académicos. Rebeca Fernández, profesora en un colegio en Madrid, nos ofrece su visión al respecto:
"La jornada intensiva es más cansada para los alumnos, pero mucho más eficaz a nivel cognitivo. Por la tarde los niños no rinden. Los que han comido en casa y les toca volver al cole vienen adormilados y sin ganas, y los que han comido en el comedor del colegio regresan a clase desconcentrados tras haber pasado tanto rato en el patio"
"Para los profesores, la jornada partida resulta mucho más agotadora, ya que debemos mantener a los alumnos activos y atraer su atención para que no se despisten en las clases de la tarde. Por eso, como profesora, y tras haber trabajado con ambos modelos, creo firmemente que es mucho más eficaz y positivo la jornada intensiva, tanto para profes como para alumnos"
Los niños llegarían a casa menos cansados
Con la jornada continua, los niños acabarían antes las clases y dispondrían de toda la tarde para jugar, hacer extraescolares o descansar. Y es que uno de los principales problemas de los alumnos españoles es la cantidad de tiempo que pasan en el colegio, y la sobrecarga de extraescolares que tienen después, y que les hace terminar el día realmente agotados.
Aunque la hora de salida para aquellos niños que hicieran uso del comedor escolar sería la misma con jornada continua o partida, el nivel de actividad mental y concentración acabaría antes, y a partir de ese momento comenzaría su tiempo de ocio: comida con sus compañeros y rato de juego libre en el patio.
"Este año es el primero que estamos disfrutando de la jornada continua en el colegio. La diferencia con cursos anteriores es muy notable. Con la jornada partida, el niño salía del colegio cansado tras una tarde de clases, y al llegar a casa debía continuar con los deberes"
"Ahora, con la jornada intensiva le recojo del cole a la misma hora pero sale descansado y muy activo, tras dos horas de juegos con los amigos en las que su mente ha tenido tiempo de desconectar. La tarde en casa la afronta mucho más relajado" - nos explica Lidia, madre de un niño que estudia 5º de Primaria.
Hay más tiempo libre para disfrutar en familia
Con la jornada continua, muchos padres que trabajan en turno de mañana o que disponen de jornada laboral intensiva podrían recoger a sus hijos a las 14:00, sin necesidad de tener que dejarles en el comedor escolar.
Esto permite que muchas familias puedan comer juntas en sus hogares y disfrutar de un mayor tiempo de ocio:
"Salgo de trabajar media hora antes que mi hijo, así que voy a recogerle al cole a las 14:00 y comemos juntos en casa. Si en el cole tuvieran jornada partida no podría hacerlo, y tendría que dejarle a comer en el colegio porque nuestros horarios serían incompatibles" - nos cuenta Nuria, madre de un niño de cuatro años.
Supone un mayor ahorro para las familias
El hecho de tener la posibilidad de recoger a los niños a las 14:00 horas y prescindir del comedor escolar, supone también un importante ahorro para muchas familias.
Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, el precio diario del menú escolar es de 4,88 euros, lo que implica un coste mensual aproximado de entre 97 y 100 euros.
El paso al instituto no sería tan drástico
En los colegios públicos de nuestro país los alumnos cursan hasta sexto de Educación Primaria, y a partir de ese momento deben continuar los estudios de secundaria en el instituto donde los horarios son intensivos de mañana.
Los padres de alumnos de secundaria afirman que con la jornada continua adquirida en el colegio, el niño que comienza el instituto por primera vez ya no tendría que enfrentarse a un cambio drástico en sus horarios de clase, y al menos este aspecto continuaría siendo igual que en el colegio, lo que facilitaría la adaptación.
Argumentos en contra
Los niños comerían muy tarde, y podría afectar especialmente a los más pequeños
Si en un colegio con jornada partida los alumnos comen entre las 12:30 y 13:00 horas, en un centro con jornada continua pasarían a comer entre las 14:00 y 14:30; dos horas de diferencia que pueden ser excesivas, especialmente para los más pequeños.
"Mi hijo comía a las 12:00 horas en la guardería, y ahora en primer curso de Educación Infantil en el colegio está comiendo a las 12:30. Si la jornada fuera continua comería tardísimo, y no está acostumbrado a ello. Creo que para los más pequeños es un desajuste importante en sus horarios y rutinas" - nos explica Alicia, madre de un niño de tres años.
Las mañanas pueden resultar agotadoras
Por lo general, con un horario de jornada partida las cuatro asignaturas de la mañana se imparten con un descanso entre medias, dejando para después de comer las dos asignaturas de tarde.
Con la jornada intensiva, las cuatro asignaturas de la mañana se impartirían seguidas, y las dos asignaturas restantes se darían después de un breve descanso de media hora. Este horario tan concentrado podría resultar agotador para los niños, especialmente para aquellos en primeros cursos de primaria.
"Si ya cuesta mantener a un niño de seis años sentado en clase durante una hora, no puedo imaginarme lo que debe ser conseguir que esté quieto durante tres horas. Sinceramente, no creo que esta jornada mejore el nivel de atención de los alumnos, sino más bien lo contrario: debe ser agotador mantener la atención durante cuatro asignatiras seguidas" - opina Miguel Ángel, padre de dos niños gemelos que cursan primero de Educación Primaria.
Muchos niños perderían el tiempo de juego con los compañeros
Y dejando a un lado los aspectos cognitivos y de rendimiento académico, hay familias que temen que "ir al colegio" se convierta en algo aburrido para los niños, al estar exclusivamente dedicado al aprendizaje de materias.
Esto ocurriría especialmente con aquellos que tuvieran la oportunidad de marcharse a sus casas a comer, perdiéndose la comida en el comedor con sus compañeros y el posterior rato de recreo, actividad física y juegos.
"El comedor escolar es un foro donde los niños aprenden muchos valores, como la importancia de compartir, debatir, solucionar conflictos de manera respetuosa... Con la jornada continua, muchos niños serán recogidos por sus familias a las 14:00 horas y se perderán ese momento tan importante de socialización con sus iguales"
"Es cierto que esto mismo puede ocurrir con aquellos alumnos con jornada partida que se marchan a comer a sus casas, pero al menos han tenido un periodo de descanso de dos horas antes de reanudar las clases. En cambio, ahora muchos niños solo irán al colegio a trabajar y a estudiar, ya que el único patio de mañana que tienen es muy corto. ¿Donde queda la diversión y la relación con el resto de compañeros más allá de lo que ocurra dentro del aula?" - se pregunta Teresa, madre de una niña que cursa tercero de Educación Primaria.
En resumen...
A juzgar por las diversas opiniones que nos han manifestado los padres consultados, no parece haber una opción correcta o incorrecta ya que todo depende de las necesidades individuales de los alumnos y de la organización de las familias.
No obstante, y a modo de resumen, os compartimos este vídeo publicado por el psicólogo y experto en educación y crianza, Alberto Soler, al que entrevistamos hace dos años con motivo de este tema. Alberto considera que la jornada continua no tendría repercusión en los alumnos más capacitados, pero podría influir negativamente en aquellos alumnos con problemas para mantener la atención:
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