Un reciente estudio llevado a cabo por la Oficina Nacional de Investigación Económica de Massachusetts (Estados Unidos), ha determinado que el éxito general de los estudiantes a lo largo de su infancia y adolescencia está muy condicionado por su mes de nacimiento.
Este estudio estadístico viene a sumarse a otros similares que hemos publicado en anteriores ocasiones, en donde se relaciona el hecho de nacer en una determinada época o mes del año con los resultados escolares y de la etapa adulta.
Los mayores de la clase, los más exitosos
Esta nueva investigación ha sido llevada a cabo por la Oficina Nacional de Investigación Económica tras estudiar a un nutrido grupo de estudiantes de Florida (Estados Unidos). Los resultados estadísticos han relacionado el mes de nacimiento de estos estudiantes con su éxito académico a corto, medio e incluso largo plazo.
Los alumnos de la mayoría de los estados de Estados Unidos deben haber cumplido cinco años antes del 1 de septiembre para comenzar la escuela. Esto significa que los niños nacidos en el mes de septiembre son los más veteranos de su clase.
Según ha determinado este estudio, estos alumnos muestran diferencias sustanciales con respecto a sus compañeros de clase, en cuanto a desarrollo cognitivo, especialmente en la etapa escolar entre los 6 y los 15 años.
Atendiendo a las estadísticas, los alumnos de septiembre obtienen mejores puntuaciones en los exámenes de primaria y secundaria que el resto de alumnos, además de mostrar una menor tasa de encarcelamiento por delitos juveniles durante su adolescencia.
Pero esta confluencia de factores va mucho más allá de la etapa académica, ya que se ha observado que estos niños se convierten en adultos con mejores resultados en la vida y mejor productividad en sus trabajos.
Los datos de este estudio americano parecen coincidir también con los resultados publicados por la liga canadiense de hockey junior, en la que los jugadores más veteranos de cada equipo -los nacidos entre los meses de enero y marzo- son también los mejores.
Si extrapolamos estos datos a nuestro país, estaríamos hablando de que el mayor éxito lo obtendrían los alumnos nacidos en el mes de enero, pues en el sistema educativo español son los mayores de la clase, pudiéndose llevar entre 11 y 12 meses de diferencia con sus compañeros más pequeños nacidos en diciembre.
Realmente este estudio no nos ha descubierto nada que no supiéramos ya por pura lógica, y por los numerosos estudios e investigaciones que se han ido publicando al respecto a lo largo de los años.
Y es que cuando hablamos de edades tan tempranas, unos meses de diferencia entre un niño y otro se notan mucho, tanto en psicomotricidad como en lenguaje, control de esfínteres, cuestiones de apredinzaje o en la adquisición de otras habilidades.
Sin embargo, la experiencia me ha demostrado que por mucha diferencia inicial que pueda existir entre dos niños del mismo curso nacidos en enero y diciembre, con el paso de los años estos matices se van haciendo cada vez menos notables hasta llegar a desaparecer.
Por tanto, el hecho de que estas diferencias marquen un éxito que perdure más allá de la etapa académica infantil, a mí personalmente no termina de convencerme, aunque no cabe duda de que este tipo de estudios nos muestran en muchas ocasiones información realmente interesante.