Hemos hablado de las opciones de cuidado del bebé, pero de sobra sabemos que las posibilidades de quedarse en casa con él la mamá o el papá, o dejarlo con los abuelos no están al alcance de todos y a no todas las familias les cuadra. Así que para muchos llega un dilema ¿niñera o guardería?
Ambas soluciones tienen sus ventajas e inconvenientes.
La guardería, incluso si no conseguimos una de esas ansiadas plazas en las públicas o si no tenemos beca, es más barata. Y eso, si la economía familar no es muy desahogada, es importante. Pero los 400 Euros que puede costar una buena guardería privada no son un gasto desdeñable.
Una buena guardería debe tener todos los papeles en regla. Y no debemos tener verguenza en pedirlos porque exigir las máximas garantias en el cuidado del niño es importantísimo.
La guardería nos debe ofrecer un espacio seguro con todos los permisos y un personal cualificado. Esto nos garantiza que el niño reciba una atención adecuada y unas mínimas premisas educativas para su estímulo.
Una cosa que debemos tener en cuenta es, si el bebé se alimenta con leche materna, es que estén dispuestos a dársela y sepan hacerlo.
Otro tema a valorar es que, por muy atentas y cariñosas que sean las cuidadoras es imposible que estén con todos los niños a la vez . Nuestro hijo llorará, o no querrá comer, o se hará daño, y a veces no podrá ser consolado inmediatamente.
Si está enfermo no puede acudir al centro, pues contagiaría a otros niños y estará enfermo con bastante asiduidad, porque es inevitable que se produzcan contagios cuando hay varios niños en un espacio cerrado, por más que se extremen los cuidado. Eso, para los padres y madres trabajadores es un problema muy serio, pues los trabajos no suelen entender que un bebé malito tiene que quedarse en casa y sus padres tienen que poder atenderlo.
Una niñera en casa cubre estas necesidades. El niño estará menos expuesto a contagios y también podremos ir a trabajar si se pone malo. Además, una niñera podrá jugar con él, darle la comida o consolarlo en exclusiva, estableciendo un lazo emocional con el niño que se apegará a ella y le tendrá cariño y confianza. Para los bebés esto es muy importante, suaviza la angustia de separación y les ofrece la atención personal que precisan a estas tempranas edades.
Una niñera sería más cara que una guardería. Y no siempre acertamos con la persona adecuada, que, por no ser un trabajo fijo, ni espléndidamente remunerado, puede fallarnos cuando más la necesitemos. No se les pide una formación específica, y, aunque para cuidar a un niño no sea necesario, si es conveniente que la persona que ejerza esta labor tenga referencias confirmables y un bagaje personal adecuado. Si es una niñera con formación en cuidado de niños, mejor.
Muchas veces a la niñera se le pide que además de atender al niño se haga cargo de las labores del hogar. Sin embargo, ¿cuantas madres con un bebé tienen la casa impoluta después de una dura jornada con el pequeño? Yo desde luego no sería un ejemplo de ello.
Por eso, antes de pedirle a la niñera que limpie, cocine y planche, es conveniente plantearse si nosotros podríamos hacerlo a la perfección si desantender al niño. Así que, mejor, si se puede, encargarle la única tarea de atender al bebé. Ese es su trabajo y pidiéndoles eso nos aseguramos que nuestro niño no estaría desatendido.
En realidad si yo pudiera me quedaría con Mary Poppins, la niñera perfecta, llena de energía, imaginación, y capaz de mezclar seriedad con libertad. Una niñera que juegue con los niños ¿existirá?.
Desde luego creo que hay que ejercer un intenso control sobre la persona que cuida de nuestro hijo. Ponerle nuestras normas en el cuidado del niño y estar atentos a que se cumplan. Si el niño la rechaza o tiene mucha dificultad para establecer un lazo emocional con ella debemos alertarnos y plantearnos que puede no ser la persona o la opción adecuada.
Si yo me viera de nuevo en la necesidad de elegir prefiero una niñera, pero debe ser alguien de absoluta confianza y apegada a mi forma de crianza, si no la encontrase me plantearía la guardería. Pero siempre, siempre, que sea una que tenga toda la documentación en regla y en la que no me impidan acudir a ver el estado de mi hijo en el aula sin previa cita.
Pero me temo que me sería más sencillo aleccionar a una niñera que encontrar una guardería donde no se empeñen en que los niños se coman lo que no quieren, que no los manden a dormir si no quieren, no los castiguen o no los manden a la silla de pensar. Espero que cuando yo no esté la persona o personas que cuiden a mi hijo sigan mis pautas, no porque sean las mejores, sino porque son las que yo uso para educar a mi hijo.
Y eso, respetando la idea de crianza y educación que cada padre tenga dentro del respeto a los niños, es lo que los cuidadores deberían poder ofrecer.
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