La Conselleria de Sanidad del Gobierno de Valencia ha elaborado una guía breve para el uso no sexista del lenguaje con indicaciones para que los trabajadores se dirijan a los pacientes en el ámbito sanitario.
Proponen que en lugar de niños, término que suele usarse para dirigirse indistintamente a niños y niñas, se utilice "criaturas, infancia, menores o niñez" para evitar un lenguaje sexista.
La introducción del tríptico de seis páginas repartido entre el personal de hospitales y centros de salud de toda la autonomía, explica el motivo de la iniciativa:
"Se suele justificar un uso del masculino diciendo que es genérico y abarca ambos géneros, pero el principio de "economía lingüística" y por razones de estilo, pues se suele relacionar un lenguaje no sexista con las dobles formas (por ej. ciudadanos y ciudadanas) pero eso es un tópico falso.
Por este motivo es necesario realizar cambios en el lenguaje que utilizamos de forma habitual para que pueda nombrar a las mujeres que son atendidas en los servicios sanitarios o en el entorno laboral para que se hagan visibles y contribuya a definirlas como personas con identidad propia y no supeditada al genérico masculino, evitando así adjudicarles estereotipos de género".
Entre las palabras y expresiones que propone sean modificados para evitar sus connotaciones sexistas está eliminar el artículo femenino seguido de un sustantivo masculino, como por ejemplo "la médico" o "la presidente", que es un error gramatical. En cambio, sugiere dirigirse a ellas como "la jefa de servicio" o "la directora médica", por ejemplo.
También propone referirse como "personas mayores" en lugar de decir "los ancianos", o "las personas enfermas" en lugar de "los enfermos" para evitar el masculino genérico. Así, sugiere también referirse a "doctores" y "enfermeros" como "personal médico" o de "enfermería", respectivamente.
Una guía que levanta polémica
El escritor Arturo Pérez-Reverte fue uno de los más críticos con los promotores del manual, a quienes llamó "tontos y tontas".
Por su parte, la socialista Carmen Montón, impulsora del manual surgido de la Unidad de Igualdad de la Conselleria de Sanidad, respondió al escritor con estas palabras:
También Javier Fumero, desde su blog en El Confidencial Digital, criticó la inicitaiva recordando una propuesta similar impulsada por la Asociación Médica Británica.
Esta recomendaba a los médicos no referirse a las embarazadas utilizando la expresión “expectant mothers” sino la de “pregnant people” con el objetivo de incluir también a los transexuales que podrían quedar embarazados.
La igualdad no pasa por dejar de llamarlos niños
Los mismo sucede con innumerables términos que utilizamos a diario en nuestra vida cotidiana. Si tenemos hijos de ambos sexos, para referirnos a todos (da igual el número que sean), decimos "mis hijos", pero según el manual deberían llamarse "descendencia".
Para referirnos al padre y a la madre de Juancito, decimos los padres de Juancito, y nos referiríamos de la misma manera si se tratase de dos hombres. Si fueran dos mujeres, diríamos las madres de Juancito. Y lo mismo sucede cuando hablamos de niños de forma genérica. Queremos decir niños y niñas.
¿Creéis que es necesario realizar esta distinción lingüística para referirse a los niños? ¿Llamarías "criaturas" o "menores" a los niños para evitar terminología sexista? Creo que evitar el sexismo no pasa por cómo llamemos a los niños, sino en cómo les eduquemos en igualdad para que sean libres, abiertos, respetuosos y tolerantes.
Foto | Pixabay
Vía | El Confidencial
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