Las palabras que escuchamos de nuestros padres en nuestra infancia tienen un impacto importante en nuestro desarrollo e identidad; cómo creceremos, cómo será nuestra autoestima, cómo nos relacionaremos...
Por ello es tan importante cuidarlas, para fomentar un apego seguro en nuestros hijos, aquel caracterizado por la confianza, la seguridad y el amor incondicional, y que se construye a través de las interacciones cotidianas.
En este artículo mencionamos cinco frases que todo niño necesita escuchar de sus padres para crecer con un apego seguro, junto a ejemplos prácticos. Estas frases, simples pero poderosas, pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo emocional de los más pequeños.
1) "Te quiero tal y cómo eres"
La base de un apego seguro es el amor incondicional. Decirle a tu hijo que lo amas tal como es, sin condiciones ni expectativas, le ofrece una sensación de aceptación y seguridad. Es importante que tu hijo sepa que no necesita cambiar para ganarse tu amor.
Ejemplo: Momentos de conexión
Imagina que tu hijo ha tenido un mal día en la escuela, se siente frustrado y te habla mal, pero luego se disculpa. Aunque corrijas su conducta, abrazarlo y decirle, "Te quiero tal y cómo eres" le hará sentirse comprendido y amado. Este simple acto refuerza su autoestima y fortalece vuestro vínculo.
2) "Estoy orgulloso de ti"
Los niños necesitan sentirse valorados y apreciados por sus esfuerzos y logros, y este reconocimiento también lo hacemos a través de las palabras. Por ello, expresar tu orgullo por sus pequeñas y grandes victorias les proporciona un sentido de logro y motivación para seguir adelante y para persistir y esforzarse aunque a veces las cosas no les salgan bien.
Ejemplo: Reconociendo el esfuerzo
Tu hija ha terminado su primer dibujo. En lugar de centrarte en la calidad del dibujo, enfócate en su esfuerzo. Dile, "Estoy muy orgullosa de ti por poner tanto empeño en tu dibujo". Este pequeño gesto le hará sentirse valorada no tanto por el resultado, sino por el proceso, por el esfuerzo.
3) "Está bien cometer errores"
Nadie es perfecto, y es clave que los niños aprendan que cometer errores es una parte natural del proceso de aprendizaje. Decirles que está bien equivocarse les enseña a ser resilientes y a no temer los desafíos. Por ello, se trata de normalizar los errores, y de que los niños vean que éstos también les pueden proporcionar cosas buenas, aunque sea incómodo cometerlos.
Ejemplo: Aprender de los errores
Imagina que tu hijo ha sacado una mala nota. En lugar de regañarle y que se machaque, anímale a que aprenda de los errores que ha cometido y a que lo haga mejor la próxima vez.
4) "Estoy aquí para ti"
Saber que siempre pueden contar contigo les da a los niños una base sólida de seguridad 'a la que volver' cuando lo necesiten, después de jugar, de explorar libremente... que también estimula un apego seguro. Y esta frase les asegura que no importa lo que pase, que siempre tendrán tu apoyo incondicional.
Ejemplo: Presencia constante
Tu hija se siente ansiosa antes de un examen importante. Siéntate con ella y di, "Estoy aquí para ti, ¿cómo puedo ayudarte?". Tu presencia y apoyo constante son herramientas que harán crecer en ella la confianza para, poco a poco, empezar a enfrentar sus miedos.
5) "Cuéntame más"
Mostrar interés genuino por lo que piensan y sienten tus hijos, y escucharles de forma activa, les hace sentirse valorados y escuchados. Esta frase, así como las preguntas abiertas en lugar de cerradas, abre la puerta a una comunicación cercana donde puedan expresarse, algo también clave para cultivar un apego seguro.
Ejemplo práctico: Conversaciones valiosas
Tu hijo llega a casa emocionado por algo que ocurrió en la escuela. En lugar de simplemente asentir o responder de forma lacónica, invítalo a compartir más diciendo, "Cuéntame más sobre tu día, ¿cómo fue? ¿Qué pasó?". Escuchar activamente y hacer preguntas demuestra que valoras sus experiencias y emociones, fortaleciendo así su sentido de pertenencia y confianza.
Foto | Portada (Película Joy, 2015)