Ayer mismo nuestros compañeros de Papel en Blanco se hicieron eco de un tuit en el que el padre de una niña se quejaba de que la profesora de lengua de su hija tenía errores de ortografía. Bien, en realidad no es que las tuviera, es que corrigió el examen de la niña y añadió una "h" en una palabra que en realidad no la lleva. Ella escribió echaba, del verbo "echar" y la profesora añadió, en rojo, la "h" que transformaba la palabra en "hechaba", del inexistente verbo "hechar".
En rojo, como la sangre que salió de mis ojos al ver esa "h", y como la sangre que brotó cuando a mi hijo el mayor le llegó, cuando iba a primero de primaria, una hoja con deberes con varias faltas de ortografía en los enunciados. ¿Os ha pasado también? ¿Tienen faltas de ortografía los profesores de vuestros hijos? ¿Qué habéis hecho? (¿o sería qué habéis "echo"?)
El tuit de Natxo Hernández
El papá de la niña lo escribió dirigido a Arturo Pérez-Reverte, un periodista y escritor español, miembro de la Real Academia de la Lengua desde el 2003, conocido por decir lo que piensa sin demasiado filtro... vamos, que no tiene mucho interés ni necesidad de ser políticamente correcto.
El escritor contestó con un tuit en el que le recomendaba que no hiciera nada en concreto, por si al final lo acababa pagando la niña:
Lo más sorprendente es que añadió algo así como: estamos todos perdidos, el sistema se descalabra, no hay nada que hacer; "que la niña aprenda bien inglés para poder largarse pronto de aquí".
En otro tuit le pidió al padre permiso para retuitear el mensaje inicial, y en un tercero incluso le aconsejó que "Por lo menos, que no se vaya de rositas. Póngala colorada".
El padre decidió que haría algo, pero una avalancha de reacciones y respuestas acabó por hacer que cerrara su cuenta de Twitter.
Cuando llegaron deberes a casa con faltas de ortografía
Será que cuando tenía 9 años era capaz de escribir los dictados sin faltas de ortografía, o será que soy un poco maniático en ese sentido (y ojo, que de vez en cuando se me escapa alguna, sobre todo en el catalán, que no es mi lengua materna), pero ver que en los deberes de mi hijo había no una, sino varias faltas (creo recordar que había tres en una sola hoja), me hizo enfadar bastante. Enseguida nos movilizamos, junto con otros padres, para hablar con dirección y pedir explicaciones.
No puede ser que estén enseñando a leer y escribir a los niños y les muestren las palabras como no se escriben en realidad, de igual modo que no se puede corregir un examen o dictado y añadir una "h" donde no va.
¿Os ha pasado a vosotros?
Sobre la respuesta de Pérez-Reverte, decir que no esperaba otra cosa de él, y lo digo sin hacer ningún juicio. Él es así (o así se muestra) y, si le preguntas, es lo que te responde. Yo habría dicho algo parecido, pero con el filtro que acabo de aplicar a los párrafos de arriba: me enfadé y hablé con dirección para que tomaran cartas en el asunto porque algo así era inapropiado e intolerable.
Ahora os dejo la pregunta a vosotros, por saber si de verdad el sistema se está descalabrando y si las personas que deben enseñar a nuestros hijos necesitan aún a alguien que les enseñe.
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