Durante este periodo, los ingresos por ictus aumentaron un 47% entre las embarazadas y un 83% entre aquellas que habían dado a luz en las 12 semanas previas. Las mayores tasas de hospitalización se observaron entre las mujeres de 25 a 34 años.
Se preguntan las causas de este repunte, las cuales se atribuyen a que cada vez hay más embarazdas con algún factor de riesgo como obesidad, hipertensión o diabetes.
Durante el embarazo y el puerperio, la mujer experimenta grandes cambios en su cuerpo relacionados a factores de riesgo de ictus, un accidente cerebrovascular que provoca la pérdida de funciones cerebrales a causa de la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro.
En el embarazo aumenta al doble el volumen sanguíneo, se modifican los factores de coagulación a un estado procoagulante, hay sobrecarga cardiaca y se producen cambios en la tensión arterial, factores que contribuyen a un mayor riesgo de sufrir un ACV (accidente cerebrovascular) o ictus.
Es por ello que los expertos recomiendan prestar especial atención a aquellas embarazadas o puérperas con alguna condición de riesgo, y llevar una gestación saludable, con una alimentación adecuada y ejercicio, para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el ictus.
Vía | El Mundo Foto | superbez en Flickr En Bebés y más | Enfermedades que pueden complicar el embarazo: la hipertensión