Antes que nada es fundamental saber cuáles son los días del mes en los que puedes quedar embarazada. Te servirá marcar en un calendario el primer día de tu regla durante seis meses para tener una referencia y luego contar los días que separan esas fechas.
Un ciclo regular es de 28 días, pero hay mujeres que los pueden tener cada 26 o cada 35, depende de cada organismo.
Una vez que identifiques los días de tu período, encuentra los tres días centrales a la mitad de tu ciclo (si es cada 30 días, los días centrales son el 14º, 15 º y 16 º) y cuenta dos días antes y dos días después de esos tres días. Durante todos esos días, que completan una semana, tienes mayores posibilidades de quedar embarazada.
Si tienes relaciones sexuales en los días previos a la ovulación los espermatozoides permanecen vivos aproximadamente entre 48-72 horas por lo que también tienes posibilidad de queda embarazada, así como si las tienes el día preciso en que estás ovulando.
Además del calendario, también hay signos corporales que te ayudan a identificar el momento idóneo, son la temperatura basal y la mucosidad vaginal.
Un método bastante fiable es tomarte la temperatura cada mañana apenas te levantas. En las 24 horas posteriores a la ovulación notarás que aumenta entre 0,2 y 0,5 décimas.
Igualmente a lo largo de tu período se producen cambios en la textura del flujo a causa de la acción de los estrógenos. Los dos o tres días previos a la ovulación el flujo es abundante, pegajoso y transparente. El último día en que la mucosidad tiene este aspecto es el día más fértil de tu ciclo.
Espero que estos consejos puedan ayudarte a conseguir el tan ansiado embarazo, y si tienes otros, bienvenidos sean.
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