Estamos atentas a todas las señales porque el momento del parto se acerca. Hemos llegado a la semana 38 y sabemos que la rotura del saco amniótico es una señal inequívoca de que van a comenzar las contracciones de parto y el bebé no tardará en nacer. Pero, ¿como saber si he roto aguas? ¿Se puede confundir con las pérdidas de orina? ¿Duele?
Os contamos cómo reconocer la rotura de aguas (o ruptura de fuente), que no siempre se produce, de hecho algunos bebés nacen con el saco amniótico intacto. Pero algunas veces las membranas se rompen antes de que una mujer entre en trabajo de parto y la mayoría de las mujeres entrará en trabajo de parto espontáneamente al cabo de 24 horas.
Si la ruptura de aguas se da antes de la semana 37 del embarazo, se denomina ruptura prematura de membranas pretérmino y en este caso hay que acudir a urgencias de inmediato, ya que puede ser grave para la madre y para el bebé porque este no está maduro para el nacimiento. En el caso de superar esa semana, la rotura entra dentro de lo normal y lo único que tenemos que hacer es vigilar que la pérdida es normal y prepararnos para acudir al hospital.
El nombre "romper aguas" proviene de la pérdida de líquido que se da cuando se rompe el saco amniótico, aunque no se trata de agua sino del líquido amniótico, un fluido líquido que rodea y amortigua al feto en desarrollo en el interior del saco amniótico y que está formado por proteínas, carbohidratos, lípidos y fosfolípidos, urea y electrolitos.
Cuando se rompe aguas la membrana se rasga dejando salir el líquido del interior. No duele nada y habitualmente lo que se nota es un hilillo de líquido que recorre las piernas, por lo que algunas mujeres pueden confundirlo con un escape de orina. Otras veces las mujeres sienten que el líquido sale a chorros. En este caso, la rotura es clara.
Suele suceder que si la futura mamá se pone de pie o se sienta, la cabeza del bebé bloquea la salida de líquido, actuando como un tapón, si la rotura se ha producido cerca del cuello del útero. Pero si la rotura está más arriba, el goteo será más abundante en dichas posiciones.
Veamos cómo diferenciar la rotura de aguas de la incontinencia y cuándo sería necesario acudir urgentemente al hospital.
Rotura de aguas vs pérdidas de orina
Como la incontinencia urinaria en el embarazo es tan frecuente, es probable que ante un hilillo de líquido caliente que se filtra lentamente y corre por las piernas muchas mujeres piensen que se trata de orina. Pero hay formas de diferenciarlo.
Use una compresa o una toalla blanca para empapar el líquido. Obsérvalo y huélelo: el líquido amniótico normalmente no tiene color (la orina será algo amarillenta) y no huele a orina (tiene un olor mucho más dulce, no a amoniaco).
Realiza los ejercicios de Kegel: manteniendo el músculo de la base de la pelvis apretado, el escape de rina debería detenerse. En cambio, si no cesa de gotear, estaremos ante una rotura de membranas.
Si detectas que la pérdida no es de orina, observa el color del liquido amniótico. Si este es transparente, podemos tomar con relativa calma el ingreso en maternidad. En cambio, si el color es verde, amarillento o tiene sangre, hay que acudir de inmediato al hospital por si el bebé tuviera algún problema.
Es bastante improbable que el líquido muestre restos de meconio (las primeras heces del bebé, provenientes de su tracto digestivo), ya que el paso de meconio al fluido amniótico se da entre un cinco y un 20% de todos los nacimientos, sobre todo en los que se dan fuera de fecha, cuando existe insuficiencia placentaria, hipertensión materna, preeclampsia o el uso indebido de drogas... Un signo de que hay meconio en las aguas es que se tiñen de un color verdoso, amarillento u oscuro.
Si el embarazo ha pasado las 37 semanas y los líquidos son normales, el bebé está listo para nacer y lo habitual será entrar en trabajo de parto pronto, entre las 12 y las 24 horas siguientes. Utiliza una compresa grande o toalla para que empape el líquido y prepara la bolsa para acudir al hospital (si es que no la tenías preparada con anterioridad). Cuanto más se tarda en empezar el trabajo de parto, mayor será la probabilidad de contraer una infección. Por eso en el hospital, si no empiezan las contracciones, podrían decidir inducirlas a través de la administración de oxitocina.
Recordemos que, en el caso de no romper aguas espontáneamente, en algunos casos, ya en el hospital y con la fecha de parto cumplida, se realiza la rotura artificial, pero esta no se recomienda de forma rutinaria, ya que no se ha demostrado que acelere significativamente en parto.
Esperamos que con estos datos estés preparada para diferenciar cuándo has roto aguas. Pero recuerda que la rotura de aguas no es necesaria para el inicio del parto: existen otros cambios que nos indican que el momento del nacimiento del bebé se acerca y, sobre todo las verdaderas contracciones de parto que nos avisan de que el bebé empezará a descender por el canal del parto en cuanto le sea posible.
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