Desde el momento en que tus senos comiencen a aumentar de tamaño, hacia la sexta u octava semana de gestación, es conveniente que uses un buen sostén de maternidad con una banda lo suficientemente amplia debajo de las copas, tirantes anchos y cómodos y broche ajustable. Si es necesario, cambia también la talla por otra más grande a medida que aumente el tamaño de tus senos. En caso de que el peso de tus senos sea excesivo, te sugerimos también utilizar un sostén ligero durante las noches.
Si tienes la intención de amamantar a tu bebé, hacia la semana 36 deberás buscar el tipo de sostén con abertura en la copa que te permita descubrir los senos con facilidad. Los negocios y grandes almacenes venden una amplia gama de estilos y tamaños, pero si tu cuerpo tiene una forma especial o si tu espalda es demasiado ancha o muy angosta, visita un lugar especializado del estilo Medela. Llevarás este sostén de noche y de día por lo menos durante seis semanas (te sugerimos que compres, por lo menos, dos), de tal manera que debe ser cómodo, casi como una segunda piel. Si el sostén de maternidad proporciona buen apoyo a tus senos desde el comienzo de tu embarazo, probablemente podrás prescindir nuevamente del sostén cuando concluya el período de lactancia, si así lo deseas. Puedes comprar también protectores de tela para tenerlos preparados desde el primer momento.
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