Después de recapacitar sobre el mucho interés que despiertan los embarazos y partos de cantantes o actrices y de que, casi siempre, hay algún aspecto que destacar, sea por frivolidad, sea por extrañeza, me han venido a la mente los increíbles embarazos mitológicos, que parecen algunos sacados de la ciencia más al límite que hoy se ha convertido en realidad.
Papás embarazados
Lo creáis o no podríamos afirmar que Thomas Beatie no es el primer hombre, o mejor dicho, papás embarazados , salvando las distancias y dando por real a Zeus Olímpico, de hecho, durante unos cuantos milenios mucha gente creía en el como en el dios más poderoso. Pues bien, Zeus estuvo embarazado, o mejor dicho, gestó a dos de sus hijos.
Su primer matrimonio era feliz, y se había casado con una prima suya, muy inteligente y equilibrada (nada parecida a la que sería su segunda esposa, que tenía bastante mal carácter y unos celos justificados que le hacían ponerse violenta). Pues bien, esta primera esposa, Metis, era perfecta excepto en un detalle bastante serio: existía una profecía, si daba a luz un hijo este destronaría a su padre.
Y considerando que la tradición familiar era bastante negra en ese aspecto Zeus zanjó la cuestión de forma expeditiva: cuando Metis quedó embarazada se la comió. El embarazo en el varón continuó dentro de Zeus y la hija, Atenea, nació de la cabeza de su padre, surgiendo ya como adulta.
Zeus, como os contaba, no era especialmente fiel a sus esposas y tenía muchas aventuras con diosas y mortales. Una de ellas fue una princesa tebana, Sémele. Estando embarazada quiso ella probar a su amante y, mal aconsejada, le hizo jurar que le concedería lo que pidiera. Y le pidió que se le mostrara en todo su poder, rodeado del rayo y el trueno. La muchacha quedó herida de muerte y Zeus, aplicando su experiencia previa, decidió salvar a su vástago.
Hizo una cesárea a la muchacha y cogió al niño y se cortó el muslo, poniendo dentro al feto. Meses después cortó de nuevo y nació el pequeño Dionisio, que sería dios de vino, ya formado y sano.
Mujeres que dan a luz seres de otras especies
Justo ayer hablabamos del dilema ético de que una mujer gestara a un niño neandertal. La lista de mujeres mitológicas embarazadas de otras especies sería larga pero voy a contaros dos historias muy curioas de embarazos mitológicos en los que las mujeres dan a luz a extraños hijos.
La primera es Leda, reina de Esparta, amante de Zeus sin saberlo (o eso decía) ella. Jugando en un prado con otras muchachas se le acercó un bello cisne blanco al que abrazó con ternura.
El cisne en realidad no era tal, era Zeus con sus artimañas de seducción, y la ternura terminó en coito. Al cabo de unos meses Leda puso uno o dos huevos, de los que, eso si, nacerían hijos humanos o semidivinos. Curiosamente, además, los hijos, que fueron cuatro, eran dos de su esposo legítimo y dos del dios, tema que veremos que se repite en otro mito.
La segunda es Pasifae, reina de Creta y esposa del Minos. En este caso los dioses fueron, solo indirectamente, causa de sus amores extraños. Fue maldecida por Poseidon, que estaba furioso con su marido, y la hizo enamorarse locamente de un toro.
El gran ingeniero Dédalo le construyó una vaca de madera donde ella se escondió para atraer a su toro y quedó también embarazada. El hijo era claramente de otra especie, más extraño incluso que parir a un neandertal, pues se trataba de un híbrido entre humano y bovino, el terrible Minotauro. Eso si, en esta leyenda nadie nos cuenta como consiguió parir a ese ser, pero tratándose de leyendas no siempre podemos pedir completo rigor.
Embarazo de mellizos de diferentes padres
Ese hecho si existe y ha sido confirmado, aunque se trata de un caso rarísimo: una mujer que está embarazada de mellizos que son de diferentes padres. Ya os he hablado de Leda pero la leyenda más representativa es la del nacimiento de Hércules (llamado Heracles en griego).
Alcmena era la esposa de un príncipe de Tirinto y posible futuro rey de Micenas. Zeus, de nuevo, se valió de una artimaña para conseguir acostárse con ella y tomó el aspecto de su marido. Esa misma noche, cuando llegó el esposo, también yació con Almena, quedando ella embarazada de mellizos de padres diferentes.
Tras un parto muy largo y complicado, dificultado por Hera, la celosa esposa de Zeus, dio a luz a dos niños: Iflicles mortal y Heracles, hijo del dios, hijos de diferentes padres pero gestados en el mismo útero a la vez.
Fecundación asistida
¿Usaban también los dioses la fecundación asistida? Pues en cierto modo, y por supuesto tratándose de Zeus, podemos decir que una de sus estratagemas se parece bastante a la fecundación asistida.
Dánae, princesa de Argos, estaba encerrada en una torre y fue madre gracias a la fecundación asistida. A su padre le había predicho un adivino que su nieto lo mataría y la mejor manera para evitarlo que se le ocurrió fue privar de la libertad a su única hija. Pero eso a Zeus encaprichado no le dentendría y se materializó como una lluvia de oro en la habitación de Dánae, dejándola embarazada de un niño que sería, al nacer, Perseo y que, lógicamente aunque sin desearlo, terminaría cumpliendo la profecía.
Si os gustan estas historias os recomiendo leer las Metamorfosis de Ovidio y la Teogonía de Hesiodo. En ellas, como hemos visto, la imaginación humana se revela anterior a todos los avances científicos y ya en la mitología podíamos conocer historias de embarazos al límite. ¿Qué nos queda por ver hacerse realidad?
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