Una cardiopatía o mal funcionamiento del corazón o del resto del sistema cardiovascular puede poner en riesgo el embarazo. La cardiopatía congénita se da cuando la enfermedad se debe a un problema del desarrollo y maduración fetal, esto es, cuando las alteraciones del corazón y los grandes vasos existen desde el nacimiento.
Como señalábamos al hablar de las cardiopatías en la primera parte de esta serie, no se pueden generalizar los riesgos asociados al embarazo en el caso de mujeres con cardiopatías congénitas, ya que varían en función del tipo de cardiopatía.
Sin embargo, en un alto número de casos los embarazos transcurren con normalidad, y serán los especialistas (cardiólogo y ginecólogo) los que determinen el grado de riesgo que supone una gestación.
Trataremos de hacer un repaso por los conceptos fundamentales de las cardiopatías congénitas y sus riesgos para la embarazda y el feto.
Cardiopatías congénitas durante el embarazo
La mayoría de mujeres con defectos congénitos del corazón que no ha tenido síntomas antes del embarazo no tiene un riesgo mayor de complicación durante el mismo.
Las cardiopatías leves (por ejemplo, la comunicación interauricular o el canal auriculoventricular) normalmente implican un riesgo muy bajo para los embarazos, mientras que las cardiopatías cianóticas conllevan un mayor riesgo.
Las mujeres que tienen ciertos trastornos que afectan al lado derecho del corazón y a los pulmones (síndrome de Eisenmenger, hipertensión pulmonar primaria) corren el riesgo de sufrir un colapso y morir durante el parto o poco después de éste. La causa de la muerte es poco clara, pero el riesgo es lo bastante importante como para desaconsejar el embarazo.
Si una mujer con alguno de estos trastornos queda embarazada, el parto debe realizarse en las mejores condiciones posibles y con el equipo completo de reanimación preparado. El aborto después de las 20 semanas de embarazo también resulta peligroso para estas mujeres.
En cualquier caso, dado que cada corazón es distinto, se debe consultar al cardiólogo sobre los planes de embarazo para que nos informe de los riesgos y, en caso de que sea posible, si existe algún tratamiento.
Riesgos de las cardiopatías congénitas
Las siguientes afecciones que podrían suceder durante el embarazo de una mujer con cardiopatía congénita entrañan un grave riesgo para las mujeres o los fetos, incluso la muerte:
- Insuficiencia miocárdica (debilidad del músculo del corazón)
- Disrritmias cardiacas
- Síncope (pérdida repentina de la conciencia)
- Endocarditis (inflamación de las válvulas cardiacas)
- Trombosis y embolias
- Absceso cerebral
- Elevado riesgo de cianosis (coloración azulada de la piel, mucosas y lechos ungueales debida a la falta de oxígeno)
- Desgarro de la arteria principal
- Desgarro de las partes dilatadas de las principales arterias cardiacas o cerebrales
- Muerte cardiaca súbita
Para el feto, los peligros habituales son el nacimiento prematuro, el peso anormalmente bajo al nacer e incluso se puede producir la muerte fetal.
Junto a todos los problemas físicos que conllevan las cardiopatías durante el embarazo, hemos de tener en cuenta que las mujeres con cardiopatías congénitas muestran más ansiedad que otras mujeres embarazadas. A la preocupación natural por la salud del bebé se suma la de su propia afección cardiaca.
En definitiva, a pesar de que la gran mayoría de mujeres con cardiopatías congénitas puede tener hijos con independencia de la gravedad de su afección, las cardiopatías pueden complicar el embarazo. Hay muchos tipos de enfermedades relacionadas con el corazón y con la circulación sanguínea, de las que hablaremos en próximos artículos.
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