Aunque durante el embarazo es muy frecuente sentir dolores en la zona lumbar provocados por los cambios en la curvatura de la espalda debido al crecimiento del útero, hemos de estar muy atentas a cualquier dolor fuerte de riñón o que se acompañe de otros síntomas de alarma, pues podría indicar la presencia de otra patología más seria como los cálculos renales.
Los cálculos renales son pequeñas y compactas formaciones de residuos que pueden obstruir el conducto urinario desde la vejiga hasta el riñón, provocando un intenso dolor y dificultando la eliminación de la orina.
Pero no siempre el dolor agudo de riñón se debe a la presencia de cálculos. Te explicamos qué son y por qué se producen los cólicos al riñón durante el embarazo, tratamiento y prevención.
¿Por qué aumenta el riesgo de cólico al riñón durante el embarazo?
A medida que avanza el embarazo, el cuerpo de la mujer va cambiando para adaptarse al crecimiento del bebé. Esto hace que muchos órganos se desplacen ligeramente, o incluso queden algo comprimidos por el volumen que alcanza el útero.
El aparato urinario es uno de los que más se ve afectado, ya que tanto la vejiga como los riñones quedan comprimidos por el útero. Esto puede elevar el riesgo de padecer infecciones urinarias y/o dolor de tipo cólico por la inflamación del riñón, un fenómeno que se conoce como hidronefrosis.
Pero aunque no ocurre con la misma frecuencia, también puede darse hidronefrosis por otra condición más grave: la obstrucción aguda de las vías urinarias debido a la presencia de cálculos (litiasis).
Esto ocurre cuando las sustancias que deben desecharse a través de la orina (oxalatos, ácido úrico, calcio, fosfatos o cistina, entre otras) se cristalizan y quedan atrapadas en las vías urinarias, obstaculizando el transcurrir de la orina desde el riñón hacia la vejiga.
Entre las principales causas de litiasis en el embarazo están los cambios hormonales, la disminución de la función normal de los riñones y la mencionada compresión de estos por parte del útero.
Síntomas de hidronefrosis
La hidronefrosis suele aparece a partir del segundo trimestre, con más frecuencia en el lado derecho y especialmente en el primer embarazo. En la mayoría de las ocasiones no provoca síntomas, pero en otras la inflamación del riñón se acompaña de:
- Dolor muy intenso en un costado y en la zona lumbar, que puede irradiar hacia la zona baja del abdomen y la ingle.
- Dolor o escozor al orinar y necesidad urgente de hacerlo. También podría aparecer sangre en la orina.
- Náuseas, vómitos y malestar.
- Fiebre.
Los síntomas de hidronefrosis por comprensión del riñón pueden llegar a ser similares a los provocados por la presencia de cálculos renales e infecciones de orina. Por eso es importante que ante el comienzo brusco de dolor en la zona lumbar o molestias acompañadas de otros síntomas, se consulte de inmediato con el médico para determinar la causa y poner tratamiento.
¿Es peligroso para el bebé?
El cólico al riñón por sí mismo no afecta al desarrollo del bebé, pero si el dolor y los síntomas no se controlan, se podrían desencadenar contracciones que aceleren el parto de manera prematura.
¿Cómo se diagnostica y se trata la hidronefrosis y el cólico por cálculos renales?
Para diagnosticar esta condición el médico realizará una exploración física, análisis de sangre y orina, y ecografía para observar los riñones y determinar la presencia y ubicación de los cálculos renales.
En caso de hidronefrosis sin cálculos, el tratamiento irá dirigido a aliviar el dolor mediante analgésicos y antibióticos si hubiera infección. En casos más graves podría indicarse ingreso hospitalario para administración la medicación por vía intravenosa y tener a la madre más controlada.
Si se observa la presencia de cálculos renales el tratamiento será similar, además de esperar a la expulsión espontánea de las piedras a través de la orina. Si esto no se produce o los síntomas son graves, el médico tendrá que recurrir a otras técnicas que permitan la salida de la orina, posponiendo para después del parto los tratamientos orientados a destruir o extraer los cálculos.
Medidas de prevención
Aunque el riesgo de hidronefrosis y cálculos renales aumenta con el embarazo, hay ciertas medidas preventivas que podemos adoptar para reducir riesgos:
- Aumentar la ingesta de agua, pues los líquidos ayudan a diluir la orina reduciendo el riesgo de formación de cálculos.
- Cuida tu alimentación y lleva una dieta saludable y equilibrada, eliminando refrescos, azúcares, grasas saturadas y alimentos procesados.
- Cuida el peso que ganas durante el embarazo.
- Practica ejercicio físico con frecuencia.
- Si has sufrido con anterioridad cálculos renales, coméntalo con tu ginecólogo en tu primera visita de embarazo para que te ofrezca pautas de prevención para que este episodio no vuelva a repetirse.
Vía | Mayo Clinic, Boston Scientific, Hospital Quirón Salud, Scielo