Puede que muchas mujeres no sepan que están infectadas porque no tengan ningún síntoma. El germen del estreptococo se aloja en el intestino y/o en la vagina de la mujer y puede ser contagiado al bebé al nacer. Aunque algunos bebés expuestos a la bacteria no sufren ninguna infección, otros pueden desarrollarla durante la primer semana de vida, generalmente dentro de las primeras 24 hs. Incluso, en algunos casos puede aparecer hasta los tres meses de edad.
Es una enfermedad bastante común y benigna en las mujeres embarazadas, sin embargo, puede ser letal para el recién nacido. Por eso, como prevención, el ginecólogo te hará un cultivo vaginal y/o rectal en las últimas semanas de embarazo. Si diera positivo, se trata con antibióticos antes del parto o por vía intravenosa en el momento del parto. La probabilidad de contagio del bebé es bastante baja (entre 1 y 4 de cada 100). Igualmente, si se sospechara que tu hijo pudiera haber sido infectado, se le harán las pruebas necesarias para detectarlo y tratarlo, ya que puede causar enfermedades muy graves como septicemia, meningitis, neumonía y daños de oído y visión a largo plazo, además de problemas del desarrollo.
Actualmente, expertos investigadores están desarrollando una vacuna que aún está en fase de estudio. "Si pudiéramos dar una vacuna para prevenir que las mujeres tengan estreptococo grupo B en la vagina, entonces los bebés no se contagiarían", afirmó el Dr. Daron Ferris, uno de los propulsores de la vacuna.
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