Tenemos claro que, durante el embarazo, el estado de salud física de la mujer influye poderosamente en el desarrollo del feto y en la salud del bebé, pero ¿qué ocurre con el estado emocional de la madre? La salud emocional de la embarazada también afecta al bebé, sobre todo si esta es inestable o suceden importantes episodios psicológicos.
Incluso hay estudios que sugieren que la salud mental de la madre influye más que su estado nutricional o socioeconómico en la salud del bebé, por lo que desde luego no es un aspecto a pasar por alto. Además, es más frecuente de lo que pensamos que la salud emocional se vea trastocada durante el embarazo. Por ejemplo, hasta una de cada cuatro embarazadas sufre depresión o ansiedad.
Recordamos que existen investigaciones que vinculan la ansiedad de la madre a la salud del bebé, pues se ha demostrado que ansiedad y depresión en el embarazo se asocian a un menor peso al nacer, lo cual incrementaría los riesgos de salud del recién nacido. También conocemos que el estrés se relaciona al bajo peso al nacer y al asma infantil, lo que confirma que el factor psicológico es fundamental para la salud de madre e hijo.
Por otro lado, la depresión de la embarazada puede afectar al lenguaje del bebé y también el niño incrementará el riesgo de sufrir, a su vez, depresión, como señala un reciente estudio. Y es que los cambios hormonales, químicos, que se generan y cambian con los estados emocionales intensos de la madre, también llegan al bebé.
Cuidar la mente y el descanso en el embarazo
Durante los meses de embarazo nos surgen muchos miedos, algunos problemas físicos que afectan a nuestro bienestar... pero todo se sobrellevará peor en una mente y un cuerpo cansados. Aparte del descanso físico, buscar la relajación mental nos ayudará a pasar mejor esta etapa, algo que podemos hacer de muchos modos, tantos como aficiones y mujeres diferentes, como aquello que nos haga "desconectar" y que puede ir de escuchar música a hacer punto:
- Escucha música relajante
- Recibe un masaje
- Realiza ejercicio suave de manera habitual
- Camina, pasea cada día
- Haz ejercicios de relajación en casa
- Ve al cine, a un concierto, al teatro
- Queda con los amigos
- Practica yoga
- Haz ejercicios en el agua (piscina o playa)
- Toma un baño relajante
- Date un capricho: un postre o una cena especial...
Claro, estaréis pensando que muchas de estas opciones son más difíciles de realizar si tenemos otros hijos, por eso la colaboración de la pareja y la familia es fundamental. Y para eso, ellos también han de conocer la importancia de que la embarazada se encuentre bien psicológicamente.
En definitiva, no solo hemos de cuidar nuestra salud física en el embarazo. El consumo de alcohol, drogas, tabaco y otras sustancias tóxicas influyen en la salud del bebé, pero también las emociones de la madre podrían repercutir en el bebé por el resto de la vida. Otra razón más para cuidar cuerpo y mente en esta crucial etapa de la vida.
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