La preeclampsia es una complicación del embarazo que sucede cuando una mujer que antes tenía una presión arterial normal desarrolla repentinamente una presión arterial alta y proteínas en la orina u otros problemas después de las 20 semanas de gestación. Si no se trata, puede provocar graves complicaciones tanto para la madre como para el niño.
Las mujeres que padecen preeclampsia durante el embarazo tienen al menos tres veces más probabilidades de sufrir accidentes cerebrovasculares más adelante en la vida que las que no tienen antecedentes de esta afección, según científicos de la Universidad de Salud de Utah, en Estados Unidos. Por esta razón, los investigadores recomiendan que las mujeres que han tenido esta complicación tengan un seguimiento en los años posteriores y no solo durante la gestación.
Una complicación grave del embarazo que hay que vigilar
"Nuestro estudio sugiere firmemente que, en el caso de las mujeres con antecedentes de preeclampsia, los médicos deberían considerar un tratamiento agresivo de los factores de riesgo vascular de la mediana edad, como la hipertensión arterial y los niveles elevados de colesterol y glucosa"
Son palabras del doctor Adam de Havenon, autor principal y profesor asistente de neurología en la Universidad de Utah, sobre posibles medidas para prevenir un ictus, comunmente conocido como infarto cerebral o embolia.
Añade que en investigaciones anteriores ya se había descubierto una relación entre esta complicación del embarazo y el infarto cerebral, pero no se realizó un seguimiento de las mujeres hasta la mediana edad ni se observó el desarrollo de factores de riesgo, como la hipertensión, el colesterol, la glucosa en sangre o el tabaquismo.
En su investigación, publicada en la revista 'JAMA Network Open', analizaron los datos de 1.435 mujeres que habían dado a luz y participaban en el Framingham Heart Study, un estudio epidemiológico que seguía a un grupo de individuos desde 1948 hasta 2016 para determinar la historia natural de las enfermedades cardiovasculares, incluido el ictus.
Ninguna de las mujeres había sufrido un ictus antes de inscribirse en el estudio de Framingham y 169 de ellas habían tenido preeclampsia. Además, durante este seguimiento de 32 años, 231 mujeres sufrieron un infarto cerebral.
La doctora Lauren Theilen, MSCI, autora principal del estudio y profesora asistente de obstetricia y ginecología la Universidad de Utah Salud, señala que la preeclampsia puede causar más daños a largo plazo de lo que se pensaba, haciendo a la mujer más susceptible de sufrir un ictus a medida que envejece:
"Solíamos pensar que simplemente ocurría mientras se estaba embarazada y que luego se curaba. Pero la preeclampsia puede causar un daño duradero a los vasos sanguíneos".
Por esta razón, la doctora estudia posibles mecanismos que pudieran ayudar a explicar cómo y por qué esta complicación de la gestación, junto con otros factores de riesgo vascular, aumenta el riesgo de embolia entre las mujeres.
Vía | University of Utah Health
Fotos | iStock
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