Una de las molestias más habituales en el embarazo, especialmente durante el primer trimestre, aunque pueden durar más tiempo -e incluso hasta el día del parto-, son las náuseas que te hacen vomitar.
La intensidad de las náuseas es variable según cada mujer. Hay mujeres que no las sufren, (aunque para tu tranquilidad son la minoría), otras que sufren náuseas moderadas en algún momento del día -por las mañanas son más habituales, y otras que lo pasan realmente fatal y apenas pueden comer.
¿Por qué se producen náuseas en el embarazo?
La causa de las náuseas y los vómitos en el embarazo no está definida, pero se las relaciona con la concentración de hormonas propias del embarazo con un brusco aumento en el primer trimestre como la gonadotropina coriónica humana, segregada por la placenta durante los primeros meses del embarazo, los estrógenos y la progesterona. El efecto de las hormonas ralentiza los movimientos peristálticos (los que ayudan a mover los alimentos en el tracto digestivo), contribuyendo a sufrir náuseas y vómitos.
Estos son más frecuentes por las mañanas, tras el largo ayuno de la noche, y suelen ir acompañadas de aversión a ciertos olores y alimentos, como perfumes fuertes, el olor a tabaco, las carnes crudas o al simple hecho de lavarte los dientes.
Qué hacer para aliviar las náuseas en el embarazo
Hay algunas claves que puede ayudarte a sobrellevar mejor las náuseas del embarazo, y al menos evitar los vómitos que son lo más molesto.
- Levántate de la cama despacio.
- Evita tomar líquidos nada más levantarte. En cambio, prefiere unas galletas saladas que puedes tener siempre juntos a la cama.
- Come pequeñas raciones varias veces al día (5 o 6 comidas pequeñas al día)
- Evita las comidas copiosas.
- No esperes a tener hambre. Come antes.
- No te tumbes enseguida después de comer.
- Come despacio y mastica bien los alimentos.
- Toma bebidas carbonatadas (sodas).
- Prefiere alimentos que te ayuden a aliviar las náuseas como plátano, manzana, galletas, y cereales como el arroz, que contribuye a asentar el estómago. También hidratos de carbono como pasta y patatas, y frutos como uvas pasas y almendras, ricas en vitamina B6, una aliada para combatir las náuseas. El jengibre también posee propiedades antiinflamatorias y antieméticas (que impide o evita el vómito).
- Cocina los alimentos de manera sencilla y evita los fritos y los platos muy condimentados.
- Evita los olores fuertes.
- Evita ambientes cargados o demasiado calurosos.
- Cuando los remedios naturales no sirven el médico puede recetarte medicamentos antieméticos compatibles con la gestación.
Señales de alerta
Sufrir náuseas y v´ómitos es una situación muy molesta, que puede afectar no sólo físicamente sino también psicológicamente. Es posible que te sientas débil a causa de los vómitos, y te asuste la idea de que tu bebé no recibirá los nutrientes necesarios, pero no te preocupes; el bebé tendrá todo lo que necesite para su adecuado desarrollo.
Pero hay ciertas señales de alerta que es mejor vigilar pues de no tratarse podría desencadenar una hiperémesis gravídica, una enfermedad caracterizada por náuseas y vómitos intensos y persistentes que causa deshidratación y puede requerir ingreso hospitalario.
Si tienes los siguientes síntomas, debes acudir inmediatamente al médico.
- Vómitos acompañados de dolor abdominal.
- Signos de deshidratación, como menor volumen de orina, menos sudoración, sed excesiva, boca seca, palpitaciones y mareos al ponerse de pie.
- Fiebre.
- Vómitos sanguinolentos, negros (parecidos a los posos del café) o verdes.
- Ausencia de movimientos fetales cuando el feto tiene más de 24 semanas
- Confusión, debilidad o entumecimiento de un lado del cuerpo, trastornos del habla o de la visión, o sopor.
- Vómitos que persisten o que empeoran.
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