Diversos estudios han encontrado que realizar ejercicio durante el embarazo es beneficioso tanto para la madre como para el bebé. Sabemos por ejemplo, que mantenerse activa en esta etapa reduce hasta un 40% la probabilidad de padecer enfermedades y complicaciones, ayuda a acortar la duración del parto, así como ayudar a mejorar el desarrollo neuromotor del bebé.
Hay diversos tipos de ejercicio ligero o moderado que podemos hacer durante el embarazo, siempre que contemos con autorización de nuestro médico. Uno de ellos es el ciclismo, pero muchas mujeres se preguntan si pueden montar en bicicleta durante el embarazo, por lo que intentaremos resolver las principales dudas sobre este tipo de ejercicio.
Montar en bicicleta durante el embarazo, ¿sí o no?
Al igual que la caminata, natación y yoga, andar en bicicleta es una de las actividades más apropiadas para el embarazo.
Sin embargo, como hemos comentado anteriormente cuando hablamos de ejercicio en esta etapa, debemos recordar que cada mujer es diferente. Si nuestro médico determina que sí podemos montar en bicicleta, debemos tener presente cuándo y cómo habremos de hacerlo.
Habitualmente, el ciclismo se recomienda como una actividad viable hasta el quinto o sexto mes de embarazo. Después de este tiempo, el volumen de la barriga de la embarazada afecta el equilibrio de la mujer, por lo que como precaución y para evitar accidentes, se recomienda cambiarlo por otro ejercicio menos peligroso.
En caso de que el ciclismo nos haya conquistado, podemos optar por la bicicleta estática en la recta final del embarazo, teniendo en cuenta otras precauciones que comentaremos más adelante.
Beneficios de andar en bicicleta durante el embarazo
Naturalmente, el primer beneficio es que nos mantiene activas durante el embarazo, tonificando los músculos de las piernas, evitando el exceso de peso y mejorando la circulación, que suele darnos problemas en esta etapa.
También, montar en bicicleta nos ayuda a relajarnos, pues se trata de un ejercicio suave que no requiere de mucho esfuerzo físico. Si optamos por la bicicleta al aire libre esto lo sentimos aún más, pues es una forma divertida de distraernos.
Cuando está contraindicado
Como comentábamos, si ya estamos en el quinto o sexto mes de embarazo, se desaconseja ir en bicicleta debido a que el volumen de la barriga empieza a ser considerable y esto provoca bastante incomodidad, además de que podemos desequilibrarnos con mayor facilidad, por lo que sufrir una caída de la bici es más fácil.
Pero además de esto, hay otras razones que podrían hacer de montar en bicicleta durante el embarazo -tanto estática como de paseo- una actividad poco aconsejable. Por ejemplo, si tenemos problemas de circulación en las manos (como el síndrome del túnel carpiano) o si sufres de hemorroides:
En el caso del entumecimiento de las manos, esto puede llegar a presentarse debido a la posición forzada durante un tiempo prolongado en el manillar, ya que se produce una comprensión nerviosa. El resultado es una sensación de hormigueo o dolor, que se evita con una posición correcta de la espalda y no apretando el manillar, que suele ser más sencillo en bicicleta estática.
En cuanto a las hemorroides, el hecho de ir en bicicleta no las provoca, pero si presentamos esta molestia durante el embarazo, el sillín puede intensificar el dolor. Como apoyamos la zona del periné y ano, el roce empeora las hemorroides y, en su caso, las varices de la vulva.
En este apartado es importante mencionar que el spinning no es recomendable durante el embarazo debido a su intensidad y los bruscos cambios de ritmo que se tiene al practicarlo. En esta etapa lo ideal son ejercicios de impacto leve a moderado.
Recomendaciones para montar en bicicleta en el embarazo
Dicho todo lo anterior, si contamos con la autorización de nuestro médico y tampoco presentamos ninguna complicación que pudiera agravarse con el uso de la bicicleta, podemos usarla con tranquilidad durante el embarazo.
Sin embargo, al igual que lo hacemos al realizar otro tipo de actividad física en esta etapa, habremos de seguir ciertas recomendaciones y tomar algunas precauciones:
- Ingerir abundantes líquidos para prevenir la deshidratación.
- Evitar las horas de mayor calor y vestir con prendas cómodas: que no estén muy ajustadas y que sean de fibras naturales que permitan la transpiración.
- Cuidado con la fatiga. Los tiempos de recuperación son mas largos de lo normal y una excesiva acumulación de ácido láctico (sustancia tóxica producida por el músculo cuando se ve sometido a un esfuerzo), puede ser nociva para el niño.
- Si optamos por la bicicleta estática, habremos de vigilar que la temperatura donde la usemos no sea muy alta, procurando una ventilación adecuada, así como ponernos ropas ligeras de algodón que permitan la transpiración.
- Debes interrumpir cualquier tipo de ejercicio si presentas alguno de los siguientes síntomas: hemorragia vaginal, dificultad o esfuerzo para respirar antes de ejercitarte, dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular, dolor o hinchazón en las pantorrillas, molestias en el pecho, dolor abdominal, contracciones, reducción del movimiento fetal, visión borrosa o pérdida de líquido por la vagina.
Fuera de estas precauciones y recomendaciones, montar en bicicleta durantre el embarazo es una buena actividad, pues además de ayudar a evitar el aumento de peso, tonifica los músculos de las piernas y el salir a pasear en bicicleta es una buena forma de distraernos y relajarnos.
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