Es un hecho que las mujeres se convierten en madre a edades cada vez más avanzadas, ya sea por primera vez o muchos años después de haber experimentado la maternidad, en una segunda vuelta. Esta tendencia se puede ver también entre varias famosas que han cumplido o están a punto de cumplir su deseo de ser madres después de los 40.
Tal es el caso de la actriz Hilary Swank, que pronto dará a luz a sus gemelos a los 48 años. Otras actrices, cantantes y modelos internacionales como Eva Longoria, Naomi Campbell, Janet Jackson, Cameron Díaz o Celine Dion también fueron madres rondando esta edad.
En nuestro país tenemos ejemplos similares en presentadoras como Toñi Moreno, Anne Igartiburu o Ana Rosa Quintana, que tuvieron a sus bebés entre los 46 y 48 años, o el de la periodista Gloria Serra que fue madre de mellizas a los 50.
Pero, ¿qué dice la ciencia sobre tener un hijo a los 48 años? ¿Existe algún riesgo para la madre y el bebé de un embarazo a edad tan avanzada?
La fertilidad cae en picado a partir de los 35 años
Para empezar, es importante mencionar que la edad más fértil para ser madre se sitúa entre los 20 y los 30 años. A partir de entonces, y conforme la edad biológica avanza, las probabilidades de éxito para quedarse embarazada se reducen ciclo tras ciclo. De hecho, según los estudios, las mujeres de 40 años tienen tan solo un 5% de posibilidades de lograr un embarazo en cada ciclo, frente al 15% de posibilidades de éxito a los 30 años.
Y es que a partir de los 35 años la reserva ovárica comienza a caer tanto en número de óvulos como en calidad, por lo que se hace necesario no solo recurrir a técnicas de fertilidad para lograr el embarazo, sino también en muchos casos a óvulos de donante. De ahí que cada vez más famosas decidan preservar su fertilidad mediante la congelación de sus óvulos para ser madres más adelante.
Los riesgos de tener un hijo a los 48 años
Tener un embarazo a partir de los 35 años implica riesgos para la madre y también para el bebé. Estos riesgos se van incrementando conforme aumenta la edad materna. Tanto es así, que la Sociedad Española de Fertilidad desaconseja los embarazos después de los 50 años por el alto riesgo que suponen.
Riesgos para la madre
Mayor probabilidad de aborto espontáneo. Las mujeres menores de 35 años de edad tienen una probabilidad del 15% de tener un aborto involuntario, mientras que en las mujeres de entre 35 y 45 años las posibilidades crecen hasta un 20-35%. Una vez superada esta edad el riesgo aumenta hasta el 50%.
Embarazo múltiple. Las mujeres mayores de 35 años tienen mayores posibilidades de una concepción múltiple. Esto se debe a los desajustes hormonales que se dan hacia el final de la edad fértil de la mujer, haciendo más factible la doble ovulación en un mismo ciclo menstrual. También el empleo de técnicas de reproducción asistida a edades avanzadas eleva las probabilidades de embarazo múltiple, con los riesgos que esto conlleva para la madre y los bebés.
Diabetes gestacional. Se trata de un tipo de diabetes que solo se presenta en el embarazo. Se produce cuando el páncreas no produce toda la insulina que necesita, y sin ella la glucosa no puede salir de la sangre y convertirse en energía dentro de las células. Es decir, el nivel de azúcar en sangre sube y se produce la hiperglucemia. Sufrir diabetes gestacional en el embarazo conlleva riesgos para la madre y el bebé.
Preeclampsia. Se trata de una complicación caracterizada por tener una presión arterial elevada y proteína en la orina durante el embarazo. Entre los factores de riesgo que predisponen a sufrir esta condición está ser mayor de 35 años. Si no se detecta a tiempo, la preeclampsia se convierte en una de las principales causas de morbilidad y mortalidad maternas y perinatales.
Eclampsia. La eclampsia en el embarazo o puerperio, es el estado más grave de la enfermedad hipertensiva, y se caracteriza por la aparición de convulsiones o coma después de la vigésima semana de gestación, en el parto o en las primeras horas del postparto, sin que estas convulsiones tengan alguna relación con otras afecciones neurológicas. Preeclampsia y eclampsia están relacionadas.
Desprendimiento de placenta. Se trata de un problema grave que sucede cuando la placenta se separa de la pared del útero antes del parto. La edad es un factor de riesgo, aunque también existen otros.
Complicaciones en el parto. Conforme aumenta la edad materna se eleva el riesgo de sufrir complicaciones durante el parto, como un trabajo de parto prolongado (que dura más de 20 horas), mayor cansancio de la madre, estancamiento o sufrimiento fetal. Estas condiciones elevan también el riesgo de acabar en un parto instrumental.
Parto por cesárea. La cesárea es una intervención quirúrgica en la que se hace una incisión en el abdomen y el útero de la madre para extraer al bebé. Se trata de una cirugía mayor abdominal que conlleva más riesgos que el parto natural. Pueden ser muchas las causas por las que sea necesario practicar una cesárea, siendo las complicaciones durante el parto una de las más frecuentes.
Riesgos para el bebé
Mayor probabilidad de anomalías cromosómicas. A partir de 35-40 años se incrementa el riesgo de anomalías cromosómicas, como el Síndrome de Down, Síndrome de Patau, Síndrome de Edward o Síndrome de Turner, entre otros.
Crecimiento intrauterino retardado. La restricción de crecimiento intrauterino se refiere a un desajuste que impide el adecuado desarrollo del feto en el útero. Cuando el bebé corre más riesgo dentro que fuera, se procedería a finalizar la gestación y provocar el parto.
Prematuridad o bajo peso al nacer. Las madres adolescentes y las mayores de 35 años tienen un mayor riesgo de tener hijos prematuros y de bajo peso, con las consecuencias que esto tiene para la salud y el desarrollo del bebé.
En resumen, aunque hay quien encuentra ventajas sociales y emocionales en ser madre a edad avanzada, también es muy importante que antes de tomar la decisión, la mujer conozca bien los riesgos que un embarazo a partir de cierta edad puede entrañar para ella y el bebé.