Qué puedes comer (y qué no) estas Navidades si estás embarazada

Durante el embarazo, es muy importante cuidar la alimentación para evitar cualquier infección que pueda complicar la gestación. Especialmente en Navidades, cuando incluimos en el menú alimentos que no solemos consumir habitualmente debemos tener especial precaución.

Algunos de ellos son más susceptibles de contener microorganismos perjudiciales que atraviesan la barrera placentaria y pueden afectar al bebé, que no son recomendables en esta etapa.

Quesos

Los quesos que puede ser peligrosos son los quesos blandos elaborados con leche no pasteurizada o cruda, debido al riesgo de listeriosis que presentan. Las mujeres embarazadas son 20 veces más propensas a sufrir esta enfermedad transmitida por una bacteria.

  • Quesos prohibidos. Hay que evitar los quesos blandos o estilo mexicano, queso blanco, queso fresco, queso panela, queso comté y quesos enmohecidos como el roquefort, gorgonzola o cabrales, y los quesos fermentados como el feta, el camembert, el brie o el Chaumes.
  • Quesos permitidos. En cambio, se pueden consumir los quesos que lleven el sello de que están fabricados con leche pasteurizada. Son seguros los quesos duros, como el Emmental, el Gruyere, el Gouda o el queso Manchego. Los semiblandos, como la mozzarella o la  burrata, el mascarpone, el queso de cabra con leche pasteurizada, el Cheddar, el Edam y el queso tierno o el Provolone.

Evita comprarlos en mercados donde dudemos de la refrigeración que han tenido y del envasado.

Pescados y mariscos

Son alimentos muy beneficios en el embarazo por ser fuente natural de yodo, vitaminas, proteínas y ácidos grasos Omega-3, pero hay que tener cuidado con ciertas especies que contienen altas concentraciones de mercurio que podrían atravesar la placenta y afectar al desarrollo del bebé.

  • Pescados prohibidos. Especies con alto contenido en mercurio: pez espada/emperador, atún rojo, tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y lucio.
  • Pescados permitidos. Especies con contenido bajo en mercurio: abadejo, anchoa/boquerón arenque, bacalao, bacaladilla, caballa, carbonero/fogonero, carpa, dorada, espadín, chicharro o jurel, lenguado europeo, limanda/lenguadina, lubina, merlan, merluza/pescadilla, ostión, palometa, platija, salmón atlántico y salmón del Pacífico, sardina, sardinela, sardinopa, solla, y trucha.
  • Moluscos, mariscos y crustáceos permitidos (con bajo contenido en mercurio): berberechos, pulpo, calamar, pota, chipirones, choco/sepia/jibia, gambas, camarones, langosta, cigala, langostinos, navajas, mejillones, coquina, quisquilla, chirla/almeja, cangrejo y cañadilla. Antes de consumirlos, congélalos al menos tres días en casa y cocinarlos a altas temperaturas (más de 70º). No consumir crudos.

Carnes

Al momento de cocinar la carne hay que asegurarse de que está bien cocinada para evitar el riesgo de toxoplasmosis.

Se debe evitar comer carnes crudas y que no estén bien hechas, incluyendo carne de vaca cruda, carne de pollo cruda, carne de cerdo cruda o de carne de cualquier otro animal que no esté bien cocinado o directamente se consuma crudo, como por ejemplo en el carpaccio.

Jamón

El jamón había estado asociado al riesgo de toxoplasmosis, pero estudios recientes concluyen que las embarazadas sí pueden comer jamón, aunque con ciertas especificaciones: siempre y cuando el jamón tenga más de 18 meses de curación (24 en el caso del jamón ibérico).

Para mayor seguridad, antes de consumirlo puedes congelarlo previamente durante más de 48 horas a temperaturas inferiores a -20ºC. 

Embutidos

De igual manera, los embutidos pueden transmitir enfermedades como toxoplasmosis, listeriosis o triquinosis, causados por parásitos que atraviesan la placenta y afecta al bebé.

  • Embutidos permitidos: Jamón York o jamón cocido, pavo, chopped, butifarra (siempre que no sea cruda), mortadela, morcilla y chorizo (cocinados).
  • Embutidos prohibidos: cualquier que esté crudo como chorizo, morcilla, bacon y butifarra crudos, lomo, salchichón y fuet.

Patés o foie

No es recomendable consumir en el embarazo los patés o carnes untables refrigerados, debido al riesgo de listeriosis que presentan. Lo que debemos hacer es verificar que estén pasteurizados y evitar los que sean hechos en casa.

Por otro lado, es importante limitar el consumo de los patés que contienen hígado (aunque en su etiquetado indiquen que han sido pasteurizados), pues tienen un alto contenido en vitamina A, que en exceso podría ser perjudicial para la salud del bebé.

Otros cuidados:

Verduras y frutas, bien lavadas. Hay que lavarlas bien para evitar una posible contaminación por toxoplasmosis, debido a que ésta podría estar presente en el suelo donde se cultivan.

Alcohol, ni una gota. Aunque se suele pensar que por una copita para brindar no pasa nada, el alcohol está totalmente prohibido en el embarazo pues no existe una cantidad de consumo seguro. Mejor prevenir.

Consume los alimentos después de cocinarlos. No consumas alimentos que no hayan estado fuera del frigorífico durante más de dos horas.

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