Quedarse embarazada en abril: pros, contras y cuándo nacerá tu bebé

Según los expertos, las probabilidades de concebir un bebé aumentan en primavera, y esta estación hace unos días que irrumpió con fuerza en el calendario.

Por tanto, si estás buscando un bebé, quizá este mes de abril sea el que te de la mayor de las alegrías y pronto veas el positivo en el test. Si es así, te contamos cuáles son los pros y contras de lograr un embarazo en este mes, así como la fecha estimada en la que nacerá tu bebé.

Ventajas y desventajas de quedarse embarazada en el mes de abril

Quedarse embarazada en abril tiene grandes ventajas que irás descubriendo a lo largo de todo tu embarazo. Pero no te vamos a engañar; también hay algún pequeño inconveniente, si bien estos se olvidarán cuando veas la carita de tu bebé.

En cualquier caso, si quieres saber ya mismo todas las ventajas e inconvenientes que te esperan a lo largo de tu embarazo, desde este mes y hasta que finalice te lo detallamos a continuación por trimestres.

Eso sí, antes de nada queremos aclarar que nos referimos al mes de abril del hemisferio norte, ya que hablamos de las estaciones de acuerdo a estas latitudes. Igualmente, también es importante mencionar que el embarazo no dura exactamente nueve meses, por lo que los trimestres tampoco son exactamente de tres meses cada uno, pero daremos una aproximación.

Siguiendo la regla de Naegele, que calcula la fecha probable de parto, si tu embarazo llega a término tu bebé podría nacer entre la segunda mitad de diciembre y primera mitad de enero.

Primer trimestre: abril, mayo, junio-julio

Dependiendo del día del mes en que concibas a tu bebé, las 12 primeras semanas de tu embarazo transcurrirán entre los meses de abril, mayo y junio o primera mitad de julio. Esto significa que tus primeras semanas transcurrirán entre los meses de primavera y principios del verano.

Sin duda, la parte más positiva es que iniciarás tu embarazo de forma simultánea al aumento de las horas de luz durante el día.

Esto es especialmente positivo por dos cuestiones: la primera es que podrás beneficiarte en mayor medida de la vitamina D procedente del sol, tan necesaria durante el primer trimestre. La segunda ventaja es que el hecho de disponer de más horas de luz y de temperaturas suaves te permitirá ejercitarte al aire libre casi desde el principio.

Dar paseos por entornos naturales te ayudará a mantenerte activa, a conectar mejor contigo misma y con tu bebé y, desde mi experiencia, también a mitigar las náuseas del primer trimestre.

Pero hay personas para quienes la primavera no es una estación tan idílica. Nos referimos a los alérgicos a pólenes, una afección que durante el embarazo debe ser especialmente controlada por el especialista, pues los síntomas no tratados podrían afectar de forma negativa.

Además, si ya de por si el cansancio y el sueño son síntomas habituales durante el primer trimestre, estos podrías acrecentarse en esta época del año debido a la astenia primaveral.

Segundo trimestre: julio, agosto, septiembre-octubre

Las mujeres que se quedan embarazadas en el mes de abril viven la mitad o más de la mitad del segundo trimestre de su embarazo en verano, y la otra parte a principios de otoño.

Aunque el verano es una estación que resulta especialmente incómoda para las embarazadas debido a sus temperaturas extremas, durante el segundo trimestre suele ser más llevadera, pues el volumen de la tripa todavía es bastante moderado. Por eso, si físicamente te encuentras bien, podrás seguir haciendo planes de forma cómoda, viajar o lucir tu embarazo sin que tu barriga sea aún demasiado voluminosa y pesada.

Pero existe una molestia especialmente incómoda en este trimestre que puede verse agravada por la estación del año en la que se desarrollará esta etapa de tu embarazo. Hablamos de la acidez o ardor de estómago.

Este síntoma digestivo se agrava, entre otras cosas, con los atracones de comida, los horarios de comida irregulares, la ingesta de alimentos muy fríos o con alimentos ricos en grasas y azúcares. Todos estos aspectos suelen descuidarse especialmente en verano, entre barbacoas, helados y comidas copiosas que provocan digestiones pesadas.

En cuanto a la ropa premamá, es posible que no necesites comprar prácticamente nada si cuentas con vestidos vaporosos o con corte bajo el pecho (no necesariamente de embarazadas), y con faldas o pantalones anchos de verano. Estos básicos resultarán imprescindibles en tu armario y te solucionarán la ropa durante este trimestre tan cómodo y sencillo a la hora de vestir.

Tercer trimestre: octubre, noviembre, diciembre-enero

A medida que tu barriga vaya creciendo empezarás a notarte más pesada y tu cuerpo te pedirá disminuir el ritmo de tu actividad y vida social. Por fortuna para ti, el tercer trimestre te coincidirá con la llegada del frío y la reducción de horas de luz, por lo que te será más sencillo hacer planes familiares y descansar.

Octubre todavía es un mes de temperaturas suaves, así que es recomendable que aproveches para dar paseos y mantenerte activa antes de que las frías temperaturas de noviembre y diciembre te obliguen a cambiar el ejercicio al aire libre por ejercicios en casa.

No olvides que la actividad física resulta fundamental para controlar tu peso, combatir las molestias típicas de este trimestre (como la hinchazón de piernas y tobillos, el dolor en la pelvis y en la espalda) y llegar en forma al parto.

Otro aspecto positivo de vivir el tercer trimestre en esta época del año es la Navidad. Esta fecha, que ya de por sí resulta mágica, lo es mucho más cuando te encuentras inmersa en los preparativos para la inminente llegada de tu bebé.

Por otro lado, es muy importante que cuides tu salud en esta época de frío, pues los catarros y la gripe propia de esta estación del año provocan síntomas muy molestos durante el embarazo, elevando también el riesgo de complicaciones.

Y como última desventaja de vivir el tercer trimestre en invierno destacaría también la ropa. Y es que si hasta el momento te habías podido apañar con prendas holgada y vestidos de verano, en invierno no te quedará más remedio que gastar dinero en ropa premamá, pues el volumen de tu tripa no te permitirá ni siquiera abrocharte el abrigo.

Cuándo nacerá tu bebé

Si la fecha de tu última regla tuvo lugar entre la tercera y cuarta semana de marzo, la concepción se produjo a principios de abril, así que tu fecha probable de parto será entre la tercera y cuarta semana de diciembre.

Y si la fecha de tu última regla fue a principios de abril, la concepción tuvo lugar en la segunda mitad de ese mes, por lo que tu bebé nacería en la primera mitad de enero del año que viene.

Esto tiene una particularidad, y es que la llegada de tu bebé va a coincidir siempre con  las fiestas navideñas, convirtiéndose en el mejor regalo de Navidad, Año Nuevo o Reyes que tendrás jamás.

Tras el nacimiento de tu bebé te sentirás emocionada y quizá deseosa de que amigos y familiares lo conozcan. Pero es muy importante que seas cautelosa con las visitas y los besos y abrazos a tu recién nacido, pues en esta época del año proliferan ciertos virus respiratorios que pueden ser graves para el bebé, y cuyo contagio es más factible en espacios cerrados poco o nada ventilados, como sucede en las casas durante el invierno.

Por otro lado, siempre que salgas a la calle a pasear con tu bebé opta por hacerlo en horas centrales del día cuando la temperatura es más elevada, y asegúrate de abrigarlo correctamente.

Bebés nacidos en diciembre y enero

Si tu fecha probable de parto se sitúa entre finales de diciembre y principios de enero, quizá te preguntes qué será mejor para tu bebé: ¿ser de los pequeños de su clase o de los mayores?

Aunque el bebé vendrá al mundo cuando llegue su momento y esté preparado para ello, estas son las diferencias que encontrarás entre un mes y otro de nacimiento:

- Si tu bebé nace en diciembre será de los más pequeños de su clase, pudiendo incluso llegar a tener una diferencia de hasta 12 meses con otros compañeros. En los primeros años de vida, esta diferencia de edad resulta muy significativa a la hora de adquirir nuevas habilidades y conocimientos.

Sin embargo, ser de los más pequeños de clase también tiene sus  ventajas, ya que son niños que presentan mayor motivación por avanzar y aprender, además de que otras particularidades curiosas demostradas por la ciencia.

- Por contra, si tu bebé nace en enero será el mayor de su clase, lo que le permitirá contar con una gran ventaja a nivel madurativo cuando comience el colegio por primera vez.

Además, algunos estudios también han relacionado el nacimiento en enero con un mayor rendimiento académico y mejores notas, mayores probabilidades de convertirse en deportistas de élite, mayor confianza en sí mismos y predisposición al trabajo en equipo, e incluso una mayor expectativa sobre su carrera futura.

¿Embarazada en otros meses del año?

Fotos | iStock

En Bebés y Más | ¿Es mejor ser de los mayores o de los menores de clase?

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