En Bebés y más hemos compartido increíbles historias de maternidad subrogada, entre las que destacan aquellas en las que, en un acto de amor, madres se ofrecen a gestar a sus nietos para así cumplir el sueño de sus hijos de convertirse en padres.
La historia que compartiremos hoy es similar a éstas, pero con un giro sorprendente: después de varios años intentando tener un bebé sin éxito y finalmente optando porque su madre fuera la que llevara el embarazo, una mujer logra concebir y tener otro bebé casi al mismo tiempo.
Kelsi Pierce y su esposo Kyle tenían varios años intentando tener un bebé. Sin embargo, tras tres años de estudios, cirugías e incluso fecundación in vitro, no habían logrado tener éxito.
De acuerdo con Kelsi, los médicos inicialmente le comentaron que tenía baja reserva ovárica, pero cuando intentó quedar embarazada, encontraron que su revestimiento uterino era demasiado delgado y a pesar de someterse a tratamientos por dos años para tratar de engrosarlo, finalmente le dijeron que no podría llevar un embarazo.
Lo siguiente, fue comenzar a analizar opciones, pues a pesar de las dificultades deseaban mucho convertirse en madres. Había dos caminos: adoptar un bebé o buscar una madre subrogada, que pudiera llevar uno de los cuatro embriones que le habían quedado de los tratamientos.
Sabiendo que Kelsi y Kyle ya habían gastado todos sus ahorros en este sueño, y viendo lo mucho que le dolía a su hija saber que no podría tener hijos, Lisa, la madre de Kelsi, decidió acudir al médico para saber si ella podría gestar a su nieto.
La idea surgió cuando vio historias similares, y a pesar de que ni Kelsi ni su esposo lo habían considerado, la madre estaba determinada a hacer todo lo posible por ayudarles a conseguir ese bebé que tanto anhelaban.
Con 53 años de edad y tras someterse a todas las pruebas necesarias, Lisa recibió la aprobación de los médicos para llevar el embarazo de su nieto y en febrero se confirmó que había quedado embarazada tras realizar la transferencia del embrión.
Kelsi y Kyle se sintieron muy felices, porque finalmente lograrían su sueño de tener un bebé, pero no sabían que la vida les tendría preparada otra sorpresa solo un mes después.
A pesar de que ya no estaban intentando tener un bebé (ni tampoco evitándolo), Kelsi se hizo una prueba de embarazo, principalmente como una acción en automático tras tantos años en tratamientos, donde cada mes se enfrentaba ante un resultado negativo.
Sin embargo, sucedió lo que se pensaba imposible: la prueba de embarazo dio positivo. Naturalmente, Kelsi pensó que se trataba de un error y se realizó una segunda prueba, que también salió positiva. Entonces acudió al médico, quien confirmó su embarazo.
"Después de escuchar malas noticias por tres años seguidos y jamás salir feliz del consultorio médico, no podía creerlo. Creo que lloré por un mes entero", cuenta Kelsi en entrevista para Good Morning America. Tras la noticia, Kelsi y Lisa vivieron sus embarazos juntas.
Todo transcurría bien para ambas, hasta que en la semana 36 del embarazo a Lisa le fue disgnosticada preeclampsia, por lo que Everly, nació antes de tiempo y con algunas complicaciones que hicieron necesario permaneciera unos días en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Siete semanas después, Kelsi dio a luz a su segunda bebé: Ava.
Las cuatro mujeres: madre e hija y las pequeñas Everly y Ava se encuentran en perfectas condiciones, y toda la familia se siente muy feliz de haber logrado el sueño de Kelsi y Kyle.
Fotos | Kelsi Pierce y Bella Sollé Photography
Vía | CafeMom
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