¡Estás en la recta final de tu embarazo y ya queda muy poco tiempo para tener a tu bebé contigo! Es posible que las últimas semanas se te estén haciendo especialmente cuesta arriba, pues al deseo irrefrenable de conocer a tu pequeño se unen las molestias y preocupaciones típicas de este último tramo.
Hoy repasamos cuáles son las pruebas y controles médicos que te harán antes del parto que, por lo general, suelen intensificarse con respecto a los dos primeros trimestres. Recuerda, además, la importancia de plantear a tu médico o matrona cualquier duda que te surja, así como la recomendación de preparar un plan de parto personalizado.
Visita con la matrona o el ginecólogo
El inicio del tercer trimestre comienza con una visita a la matrona o al ginecólogo, quienes valorarán tu estado general, te realizarán una exploración física y te solicitarán las pruebas complementarias que debes hacerte: analítica, ecografía y exudado vagino-rectal.
Así mismo, te informarán sobre los cuidados que debes llevar a cabo en esta última fase de la gestación y aclararán cualquier duda o pregunta que tengas.
Al igual que ha venido sucediendo hasta el momento, es probable que en todas tus visitas te hagan un control de peso y de la tensión arterial, y a medida que se acerca la fecha de parto, el ginecólogo te realizace una exploración vaginal (o tacto vaginal) para comprobar el estado del cuello del útero y si presenta borramiento o ha comenzado la dilatación.
Analítica de sangre y orina
Como en los otros dos trimestres, en el tercero también te realizarán un análisis de sangre y orina con la finalidad de descartar cualquier problema, o poner solución inmediata en caso de haberlos.
El análisis de orina nos revelerá si existe infección en las vías urinarias (algo bastante frecuente durante el embarazo), ya que una infección no tratada podría desencadenar el parto antes de tiempo. Igualmente, la orina también puede revelar la presencia de proteínas, indicando así una posible preeclampsia.
En cuanto al análisis de sangre, se te realizará un hemograma básico con el que se valorará el estado de la hemoglobina -de cara a detectar una posible anemia- o cualquier problema de coagulación que contraindique el uso de anestesia epidural.
Ecografía del tercer trimestre
La ecografía del tercer trimestre tiene lugar entre las semanas 32 y 36, y es muy útil para valorar el estado del bebé, la placenta y el líquido amniótico, así como para descartar posibles anomalías.
Con esta prueba de ultrasonido se verá también la posición del bebé y se calculará su peso aproximado con las medidas del diámetro cefálico, el diámetro abdominal y el largo del fémur. Con esto se comprobará que el desarrollo es correcto y no hay crecimiento intrauterino retardado (CIR).
Si en esta ecografía tu médico te dice que tu bebé no está bien colocado, no te alarmes. Todavía quedan algunas semanas por delante para conseguir que se gire y se coloque correctamente para nacer.
Exudado vagino-rectal o prueba del estreptococo B
Entre la semana 35 y 37, el médico te hará un análisis para descartar una infección por estreptococo del grupo B. Aunque estas bacterias estas presentes de forma natural en el cuerpo humano sin causar ningún problema, en el caso de la mujer se alojan en la vagina y el recto y en algunas ocasiones puede provocar infecciones graves en el recién nacido.
La prueba del estreptococo se realiza de manera similar a una citología vaginal, analizando muestras de vagina y recto mediante un frotis. Es un procedimiento indoloro, y en dos o tres días se tendrán los resultados. En caso de ser positivo, la mujer recibirá antibióticos intravenosos durante el parto para evitar la infección del recién nacido.
Monitorización fetal
La monitorización fetal antes del parto es una prueba prenatal indolora que se realiza para controlar el bienestar del bebé al final del embarazo. Generalmente se hace a partir de la semana 37 o 38, y mide tanto el latido cardiaco del bebé, como la actividad uterina de la embarazada.
En la mayoría de los casos, la prueba de monitores suele tener una periodicidad semanal, y aunque hay madres que pasan por ella varias veces antes del nacimiento de su bebé, otras no llegan a realizársela porque se ponen de parto antes.
Consulta con el anestesista
En la semana 36, aproximadamente, tendrá lugar la consulta con el anestesista, en donde se valorará el uso o no de anestesia durante el parto, las posibles contraindicaciones, y el tipo de anestesia a utilizar.
Aún cuando desees dar a luz sin epidural, esta consulta suele realizarse igualmente, pues nunca se sabe si puede haber un cambio de opinión o surgir cualquier complicación que haga imprescindible su uso.
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