Un análisis de sangre en la séptima semana detectará problemas congénitos en el bebé

Un análisis de sangre en la séptima semana detectará problemas congénitos en el bebé
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Desde hace un tiempo se viene pronosticando el fin de la amniocentesis, una prueba invasiva que aunque queda mucho para que se elimine por completo, parece ir en camino de la extinción.

La amniocentesis es en la actualidad la prueba más fiable para la detección de problemas metabólicos y cromosómicos en el bebé. Se realiza entre las semanas 15 y 20 introduciendo una aguja en la tripa y tomando una muestra del líquido amniótico para analizar el ADN del bebé. Aunque son mínimos, la prueba no está exenta de riesgos como aborto, infección, rotura de bolsa o hemorragia.

La novedad es que pronto será posible detectar problemas congénitos en el bebé con la misma fiabilidad mucho antes, a la séptima semana de gestación, y con una prueba no invasiva, es decir exenta de riesgos, como es un simple análisis de sangre de la madre.

Una muestra de sangre de la embarazada permitirá aislar el genoma del feto y así diagnosticar posibles anomalías genéticas como el síndrome de Down o de Edwards, además de conocer el sexo del bebé, un dato que en la actualidad sólo se confirma gracias a la amniocentesis o a una ecografía.

Lo más destacable de la prueba es que evita el riesgo de aborto relacionado con la amniocentesis. Aunque su incidencia sea de entre un 1% y 2%, para quien pierde el embarazo es una desgracia. Con un análisis de sangre no hay riesgo y los resultados serían más rápidos que los de una amniocentesis que puede demorar hasta 4 semanas en las que los padres se muerden los codos.

Se han invertido seis millones de euros para desarrollar esta prueba y se estima que comenzará a aplicarse a finales de año en el hospital Clínico de Valencia, aunque tardará bastante más en extenderse a otros hospitales y comenzar a aplicarse de forma masiva en los controles prenatales.

Tampoco queda claro cómo será el protocolo de aplicación. Si se realizará solamente a las mujeres mayores de 35 años, como es el caso de la amniocentesis, o si dado a que es una prueba no invasiva se le realizará a todas las embarazadas.

Eso significaría que además de la información genética sobre posibles anomalías también podría conocerse el sexo del bebé apenas en el segundo mes de embarazo.

Probablemente haya voces que la critiquen por relacionarla con una mayor probabilidad de abortos al conocer información sobre la salud del feto con tanta antelación, pero personalmente lo veo como un avance positivo en el campo de los controles prenatales.

Vía | ABC En Bebés y más | ¿El fin de la amniocentesis?, Análisis de sangre para detectar el síndrome de Down sin riesgos

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