Cuántas veces se escucha : no me gustan los bebés. Prefiero cuando ya hacen monerías a los 10 o 12 meses. Aunque estoy en total desacuerdo con el primer punto, mi experiencia con el bebé los primeros meses no ha podido ser más increíble, el segundo sí es cierto. Con el transcurrir de los meses el número de monerías y “me lo como” se multiplica por diez… y también el número de peligros que le acechan.
Gateando por el mundo
El pequeño ya tiene 10 meses y , aunque los meses no son matemáticos (suelen comenzar a gatear entre los 8 y los 11 meses) , es muy probable que el pequeño ya pueda gatear libremente con sus manos y rodillas. ¡Qué orgullo verle arrastrarse cual serpiente, unos con el culete y otros con las rodillas, por toda la casa! Al principio puede ser algo irregular pero con las semanas se convierte en un arte tan perfeccionado que seguirle el ritmo es totalmente imposible.
Cuando se sienta sus piernas ya pueden estar extendidas y la espalda recta, su equilibrio es total y comienza a desear apoyarse en muebles u objetos para ponerse de pie. El primer pensamiento de los padres es: Dios mío, ¡ya gatea, se apoya!, si nació ayer. El segundo; ¡Dios mío, los enchufes, las puertas, las esquinas, las.., las…!
Seguridad ante todo
Con sólo imaginarse los peligros con los que puede toparse el pequeño uno puede llegar al histericismo ¡calma! El sentido común y unas sencillas normas de seguridad serán suficientes para que nuestro adorado bebé continúe su camino seguro, ahora que ya lo disfruta solo.
-Si es posible, reserva una habitación exclusiva para él. Una habitación sencilla, sin alfombras, elementos decorativos ni nada que pueda golpear con su cabecita o con lo que pueda resbalar. Las alfombras no son convenientes ante la cantidad de polvo que acumulan. Llénala con sus juguetes, trastos y amiguitos favoritos
-Asegúrate de que todo aquello que usa cumple las normas de seguridad: desde sus juguetes hasta su cuna, existen unas mediciones estrictas en cuanto a la separación de sus barrotes para evitar que el pequeño quede atrapado.
-Protege cables y enchufes, unos sencillo protege-enchufes de plástico será suficiente y son muy fáciles de encontrar. Las esquinas de las mesas también deben ser protegidas.
-Evita prendas con pelo, alfombras, peluches y cortinas que pueden provocar alergias si el pequeño tiene predisposición a ello.
-Un intercomunicador te servirá de elemento de seguridad prioritario cuando el bebé no se encuentre a tu lado.
Foto | Pillarofblue
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