Cuando, tras un año de búsqueda constante y sin el uso de ningún método anticonceptivo, una pareja sin ningún signo de patología evidente no ha logrado el embarazo, se considera que existe un problema de infertilidad; una realidad que afecta al 17% de las parejas españolas.
Aunque a menudo se emplean los términos de infertilidad y esterilidad de manera indistinta, tienen significados muy diferentes. De este modo, la infertilidad hace referencia a la imposibilidad de finalizar la gestación, mientras que la esterilidad se refiere a la imposibilidad de concebir.
Según los datos estadísticos, las causas médicas que propician la esterilidad son compartidas: en el 30 por ciento de los casos el problema está en la mujer, en el otro 30 por ciento el origen reside en el hombre , en un 20 por ciento son causas compartidas y en el 20 por ciento restante el origen es desconocido.
Tras analizar hace un tiempo las causas de infertilidad y esterilidad masculinas, hoy vamos lo propio con las principales causas detrás de la infertilidad de la mujer.
Problemas en los ovarios y trastornos ovulatorios
Los óvulos son las células sexuales femeninas producidas por los ovarios. Cualquier alteración o enfermedad en los ovarios puede afectar a los óvulos o a la ovulación, y por tanto a la fertilidad.
Cualquier alteración menstrual durante la vida fértil de la mujer puede indicar la presencia de un problema que debe ser valorado por el médico, pues además de influir en la salud afecta a la hora de lograr el embarazo.
Según diversos estudios, los ciclos anovulatorios (ausencia de óvulos fértiles) supondrían entre el 20-25% de las causas de infertilidad de la mujer.
Pero hay otros problemas relacionados con los ovarios y la ovulación que también pueden afectar, siendo estos dos que a continuación os detallamos los más comunes:
Baja reserva ovárica
La reserva ovárica es uno de los principales indicadores para valorar la fertilidad femenina, pues nos dice la cantidad de óvulos de los que dispone una mujer en un momento determinado de su vida, así como la calidad de los mismos. Una baja reserva ovárica es una de las causas de infertilidad femenina.
Las mujeres nacemos con una dotación ovárica de alrededor de un millón de ovocitos, un número que va disminuyendo a medida que vamos cumpliendo años.
Se considera que la fertilidad de la mujer comienza a descender a los 27 años, aunque es a partir de los 35 años cuándo la reserva ovárica empeora considerablemente, reduciéndose casi al 10% del total.
Pero además de la edad, hay otras causas que también pueden afectar a la reserva ovárica como ser fumadora o consumir drogas, haberse sometido a un tratamiento de quimioterapia, o padecer problemas inmunológicos o genéticos, entre otros.
Síndrome de ovarios poliquísticos
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un problema de salud frecuente que puede afectar tanto a adolescentes como a mujeres adultas.
Está asociado a un desequilibrio de las hormonas sexuales femeninas, lo cual puede provocar cambios en el ciclo menstrual, quistes en los ovarios, dificultad para quedar embarazada o problemas en el embarazo, como diabetes gestacional, preeclampsia o parto prematuro.
Este síndrome afecta a alrededor del 15 por ciento de las mujeres en edad reproductiva y a la mayoría se les diagnostica entre los 20 y los 30 años. La causa exacta se desconoce, pero los médicos saben que existen factores ambientales y genéticos que contribuyen al desarrollo de este trastorno.
Aunque el SOP no tiene cura, sí es posible controlar los síntomas e incluso lograr un embarazo. Sin embargo, en aquellos casos más graves podría ser necesario recurrir a tratamientos de fertilidad.
Problemas en las trompas de Falopio
En el interior de la trompa de Falopio se produce la fecundación, por lo que cualquier alteración en ella podría interferir en el proceso de la concepción.
En este sentido, los principales problemas tubáricos son:
- Oclusión de las trompas
Corresponde al 10-25% de los casos de infertilidad femenina. Las infecciones pasadas provocadas por enfermedades de transmisión sexual (ETS) -y el daño posterior que dejan en la trompa- son las principales responsables de la obstrucción tubárica.
- Inflamación de las trompas
La inflamación en las trompas también está causada por ETS. En ocasiones, la infección provoca síntomas y permite ser detectada y tratada a tiempo, pero en otros casos puede pasar desapercibida, generando un daño paulatino y crónico en la trompa.
Endometriosis
Según datos de la Asociación Americana de Fertilidad, entre el 30 y el 50% de las mujeres infértiles padece endometriosis, una enfermedad caracterizada por la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, especialmente en los ovarios, trompas de Falopio, ligamentos del útero, cavidad pélvica y abdominal.
Aparte de dolor menstrual fuerte y/o dolor pélvico crónico, la endometriosis puede provocar infertilidad derivada de los cambios producidos en la anatomía pélvica, las adherencias, las cicatrices en las trompas de Falopio y la inflamación en las estructuras de la pelvis.
Aunque se trata de una enfermedad que puede tardar mucho tiempo en ser diagnosticada, una vez que es descubierta es posible tratarla con opciones tanto médicas como quirúrgicas. En aquellos casos en los que la enfermedad sea grave y requiera de tratamiento quirúrgico, se aconseja preservar los óvulos para intentar el embarazo después de la cirugía.
Problemas en el útero
El útero o matriz es un órgano muscular hueco ubicado en la pelvis femenina, entre la vejiga y el recto. En su interior se desarrolla el bebé cuando se produce el embarazo, por lo que cualquier problema localizado en él puede ser causa de esterilidad o infertilidad femenina.
Entre los principales problemas localizados en el útero responsables de la esterilidad femenina, destacamos dos especialmente:
Malformaciones uterinas
Hay algunos casos en los que el útero no se desarrolla de forma correcta, produciéndose ciertas anomalías o malformaciones que pueden afectar también a las trompas de Falopio y la vagina. Entre estas malformaciones se encuentran el útero bicorne, el unicorne, el didelfo, el útero invertido, el útero septado y la agenesia vaginal o ausencia de útero.
Miomas uterinos o fibromas
Los miomas uterinos, fibromas o fibroides son una de las principales patologías del útero en mujeres en edad fértil. Se trata de masas no cancerosas formadas por células musculares y otros tejidos que crecen en la pared del útero y alrededor de esta.
En ocasiones los miomas pueden provocar infertilidad o comprometer el embarazo, por lo que podría recomendarse su extirpación antes de intentar concebir.
Problemas de tiroides
Las alteraciones en los niveles hormonales de la glándula tiroides (hipertiroidismo e hipotiroidismo) pueden provocar cambios en la menstruación, afectar a la ovulación y, por tanto, repercutir de forma negativa en la fertilidad de la mujer.
El hipertiroidismo ocurre cuando la glándula tiroides fabrica más hormonas tiroideas que las que el cuerpo necesita, mientras que en el hipotiroidismo sucede justamente lo contrario. El tratamiento en uno y otro caso dependerá de la causa por la que se produzca esta alteración.
El hipertiroidismo se puede tratar con medicamentos, terapia con yodo radiactivo y cirugía de tiroides. Por su parte, el hipotiroidismo requiere de un tratamiento encaminado a aumentar la cantidad de hormonas tiroideas en la circulación sanguínea, mediante la toma de ciertos medicamentos.
Otras causas
- La edad: según los ginecólogos la edad más fértil se sitúa entre los 20 y los 30 años, siendo a partir de los 35 cuando la fertilidad comienza a descender bruscamente y a los 40 apenas existen óvulos de calidad.
- El tabaco puede dañar el cuello uterino, las trompas de Falopio y la calidad de los óvulos, además de aumentar el riesgo de aborto y embarazo ectópico.
- Las drogas y el alcohol
- Enfermedades como las de transmisión sexual, trastornos autoinmunes, anomalías cromosómicas o genéticas, el cáncer y su tratamiento o ciertas enfermedades crónicas también pueden comprometer la fertilidad de la mujer.
- Vida sedentaria
- El peso: tanto un exceso de peso como una delgadez excesiva puede afectar a la fertilidad de la mujer.
- Mala alimentación: el hecho de no llevar una alimentación adecuada podría afectar a la fertilidad.
Tras un tiempo intentando tener un bebé de manera infructuosa es recomendable consultar con profesionales expertos en reproducción asistida, quienes recomendarán un estudio de fertilidad para tratar de averiguar la causa. Una vez determinada la causa, se indicará el mejor procedimiento a seguir en cada caso concreto.
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Más información | Instituto Dtra. Gomez Roig, Mayo Clinic , Reproducción Asistida , Instituto Bernabéu
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