Laura Worsley siempre quiso ser madre pero la vida no se lo ha puesto nada fácil, y debido a varios problemas ha tenido que pasar por la dura experiencia de vivir 13 abortos, dos de ellos ocurridos en las semanas 17 y 20 de gestación.
Sin embargo, esta mujer británica y su pareja tomaron la decisión de no rendirse, y tras muchos años de sufrimiento y diversos tratamientos médicos, han logrado cumplir su sueño y ahora son padres de una niña.
Laura ha querido compartir su dura historia, con el objetivo de animar a otras mujeres que estén pasando por una situación similar a no perder la esperanza, y a "seguir intentándolo con fuerza a pesar de que todo parezca imposible".
Síndrome antifosfolípido e Intervillositis crónica histiocitaria
Laura se quedó embarazada por primera vez en el año 2008 pero la alegría duró muy poco tiempo, pues unas semanas después sufrió un aborto espontáneo. A esta primera pérdida gestacional se sucedieron tres más en los siguientes dos años, así que los médicos decidieron investigar qué estaba ocurrieron.
Su caso fue llevado por un equipo de investigadores de la Unidad de Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Coventry y Warwickshire (UHCW), y allí descubrieron que Laura padecía el síndrome antifosfolípido, también conocido como "síndrome de la sangre espesa". Esta afección provoca que el sistema inmunitario genere anticuerpos que hagan que la sangre sea más propensa a coagularse, pudiendo ocasionar preeclampsia, parto prematuro, abortos y otras complicaciones de salud muy graves para la madre.
Con un tratamiento anticoagulante Laura pudo de nuevo quedarse embarazada, aunque tampoco en las siguientes ocasiones la gestación salió adelante. La mujer llegó incluso a perder a dos de sus bebés en las semanas 17 y 20, quedando sumida en la más profunda desesperanza.
Los médicos analizaron la placenta de uno de estos embarazos y encontraron un segundo problema: Intervillositis crónica histiocitaria, una enfermedad poco frecuente y de posible origen inmunológico, que hace que el cuerpo de la madre rechace el embarazo.
Los médicos decidieron ponerle un tratamiento a base de esteroides para fortalecer el revestimiento de su matriz, y junto a la medicación anticoagulante Laura volvió a concebir por 14ª vez... ¡Y esta vez, el embarazo sí salió adelante!
Ivy, su bebé arcoiris, nació en septiembre del año pasado mediante cesárea de emergencia y a las 30 semanas de gestación. Pesó algo más de medio kilo, pero su fuerza arrolladora le ayudó a salir adelante, y tras 11 semanas en cuidados neonatales fue dada de alta.
Ahora, Ivy tiene nueve meses y su madre confiesa que, después de todo lo que ha vivido, sigue sin creerse que tenga una hija. Debe todo al equipo médico que la trató y la ayudó a enfrentar los obstáculos que fueron apareciendo, y por eso ha querido compartir su historia de lucha y superación.
"A través de mi historia quiero dar a otros la esperanza y la fortaleza para continuar luchando, incluso cuando las cosas parecen imposibles. Durante muchos años he vivido con la única esperanza de convertirme en madre algún día. He perdido muchos años de mi vida, y la idea de no poder tener un bebé me atormentaba. Llegó un momento en que ya no sabía si merecía la pena seguir intentándolo, pero lo hicimos (...) Ahora la miro y pienso que los milagros existen" - declara esta mujer al diario New York Post.
Abortos de repetición: cuando el sueño de ser madre se aleja
Los abortos de repetición son pérdidas gestacionales recurrentes que afectan al cinco por ciento de las mujeres en edad fértil, siendo una de las causas de infertilidad. Los motivos por los cuales se producen pueden ser muy variados, por lo que es importante realizar las pruebas médicas pertinentes que determinen qué es lo que está ocurriendo y qué tratamiento seguir para evitarlo.
El aborto espontáneo supone un duro golpe emocional para la pareja, pero en el caso de los abortos recurrentes el dolor se acrecienta aún más si cabe, pues las esperanzas y la ilusión se renuevan una y otra vez con cada nuevo embarazo, pero también lo hacen la tristeza, la rabia y el miedo con cada nueva pérdida.
Según los expertos, cuando la mujer ya ha sufrido un aborto espontáneo las probabilidades de volver a pasar por lo mismo se sitúan en torno al 15 por ciento, porcentaje que aumenta hasta el 25 ó 30 por ciento si ya se han tenido dos o más abortos previos, o incluso hasta el 60 por ciento en los casos de mujeres mayores de 40 años.
En torno al 40-50 por ciento de las veces no se encuentra una causa que justifique los abortos de repetición, pero en otras ocasiones sí parece haberla, y según los estudios podría deberse a anomalías genéticas, malformaciones uterinas, trombofilias, causas endocrinas o inmunológicas.
Una vez determinada la causa, y según el tipo y gravedad de la misma, puede ser necesario ponerse en manos de un equipo multidisciplinar (endocrino, ginecólogo, hematólogo, andrólogo, psicólogo...) que será quien recomiende el mejor tratamiento a seguir en cada caso.
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Vía | New York Post