Es una actividad muy divertida para los niños cuando están en casa, ideal para días lluviosos y si no tienes pintura dactilar de la que venden en las tiendas, puedes prepararla ya que es muy fácil y sencillo.
Para prepararla sólo se requiere, 3 tazas de agua, 1 taza de harina, colorante de comida de diversos colores, una cacerola y tantos envases para poner la pintura como colores utilices.
Se pone el agua a hervir en una cacerola, se retira de la estufa y se le añade la harina disuelta previamente en un poco de agua fría, removiendo constantemente, se vuelve a colocar al fuego para que hierva nuevamente y quede bien mezclado por espacio de un minuto aproximadamente. Por último se agrega el colorante alimenticio y se mezcla bien.
Si quieres que la pintura tenga un toque brillante le puedes añadir una cucharada de glicerina. Y si quieres darle textura puedes añadir media taza de jabón para lavaplatos líquido.
Usa la pintura mientras está todavía tibia. De resto solo necesitarás hojas de papel blanco y dejar a tus niños usar su creatividad pintando con las manos e incluso con los pies.
Si te queda pintura puedes almacenarla en el refrigerador y luego calentarla para usarla nuevamente.
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