Después del mal sabor de boca que nos ha dejado la noticia de que el síndrome de Down está desapareciendo en España, las cifras del Reino Unidos nos despiertan cierta esperanza de que las cosas también cambien en este país.
Después de que los nacimientos hubieran descendido notablemente en los últimos años, de 717 en el año 1989 a 594 en el año 2000, cada vez son más las parejas que deciden seguir adelante con la gestación cuando las pruebas prenatales de síndrome de Down dan positivo.
Según la Asociación del Síndrome de Down, las estadísticas muestran un aumento del nacimiento de bebés británicos con ese defecto. En el 2006 han nacido 749 niños con síndrome de Down en el Reino Unido, que aunque parece bajo siendo que la incidencia global de la enfermedad es de 1 de cada 700 nacimientos, demuestra que por diversas circunstancias menos parejas deciden abortar a sus bebés discapacitados.
Tales circunstancias se atribuyen a haber conocido a una persona con síndrome de Down (y ver que son tan personas como cualquiera y tan discapacitados como cualquiera), que la sociedad está más abierta a la integración de estas personas (de lo cual no estoy del todo segura) y de la mejora en la calidad de vida de las personas con síndrome de Down (en lo que creo que todos son responsables).
Es evidente que elegir traer al mundo un hijo con síndrome de Down es una decisión muy personal, pero también es una decisión influenciada por el entorno. Con lo cual, en cuanto las personas discapacitadas sean mejor aceptadas por la sociedad, menos niños con síndrome de Down serán abortados. Es un círculo vicioso que según mi punto de vista no se corta eliminando hijos, sino aceptando seres humanos.
Vía | Terra En Bebés y más | Bocado de realidad:síndrome de Down, Prueba de cribado para detectar el síndrome de Down: un arma de doble filo