La multinacional Ikea ha avisado recientemente del riesgo de las lámparas SMILA, no por que tengan ningún defecto de fabricación o de diseño, sino porque si no se instala adecuadamente pueden ser peligrosas.
En octubre de 2012 un niño de 16 meses falleció al enredarse con el cable de la lámpara. Otro niño de 15 años se enredó también con ella, pero por suerte todo quedó en un susto. Estos dos casos han hecho que desde Ikea se haya emitido un comunicado en el que explican que la lámpara no es un juguete, que el cable es peligroso y que no deberían estar al alcance de los niños.
Es cierto que las lámparas SMILA son graciosas, infantiles, y con un diseño colorido que llama la atención de los niños. Es posible que el cable cayera desde la lámpara, quién sabe si suelto, hasta el enchufe, y que el niño imaginara que estaba ante un globo. Estaba en su cuna, acabó haciéndose con el cable y murió al enredarse con él.
Pero entonces, cualquier lámpara es peligrosa
Así es, como decimos la lámpara no es peligrosa y de hecho el comunicado debería referirse a las lámparas SMILA, a las que no son SMILA y a todo objeto que lleve un cable largo consigo. Recordemos que los cables y cordones que pueden estar al alcance de lo niños deben ser, por normativa, de una longitud máxima de 22 centímetros.
Así que estas lámparas de Ikea son tan peligrosas como cualquier lámpara que tengamos en casa, si nos da por instalarla de manera que el niño llegue a coger el cable, o tan peligrosa como el cargador de nuestro portátil, o que el cable de la televisión, etc.
Cuidado con los cables
Así que, en definitiva, el comunicado es para alertar a los padres de que, si dejan el cable por ahí colgando, el riesgo es evidente. Por eso, y con toda la buena intención del mundo, Ikea ofrece un teléfono a los poseedores de la lámpara SMILA, que es el de Cambios y devoluciones o bien el de Atención al Cliente, con el fin de recibir a quien lo necesite un kit de seguridad gratuito que incluye una etiqueta de advertencia, instrucciones de seguridad y fijaciones adhesivas para fijar el cable a la pared.
Además, si con ello no fuera suficiente, en Ikea podéis encontrar varios sistemas que pueden servir para esconder ese y otros cables, si hace falta. Y si no, en cualquier ferretería, preguntad por las canaletas para los cables y veréis cuanta oferta hay disponible.
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