Jugar es fuente de felicidad y un elemento imprescindible para el desarrollo de nuestros hijos. Hoy es el Día Internacional del Juego y, en lugar de celebrarlo, tenemos que denunciar que nos estamos cargando el tiempo de juego de los niños con tanta extraescolar y tanta pantalla.
Los niños cada vez juegan menos y cada vez dejan de jugar antes, según denuncian desde el Observatorio del Juego Infantil. Hoy es un buen día para reflexionar sobre si nuestros hijos están jugando suficiente y, en el caso de que no sea así, poner medidas para recuperar el tiempo de juego que necesitan.
Jugar es esencial
¿Te has fijado alguna vez en un bebé jugando? Coge algún objeto con sus manitas, le da mil vueltas, lo huele, lo chupa, se ríe si hace algún sonido, lo tira al suelo, lo vuelve a coger y se enfadará mucho si se lo quitas porque está haciendo exactamente lo que quiere hacer, lo que necesita hacer, está jugando y a la vez está aprendiendo.
Los niños necesitan jugar. No es algo que se hace entre que terminas los deberes y llega la hora del baño. De hecho, jugar es un derecho fundamental de los niños (reconocido en la Convención sobre los Derechos del Niño), con la misma importancia que la educación o la salud. Según la Fundación Crecer Jugando el juego ayuda a los niños a:
- Desarrollar competencias e intereses intrínsecos.
- Aprender cómo tomar decisiones, solucionar problemas, tener autocontrol y seguir reglas. Estas reglas, además, no tienen que estar escritas o ser explícitas, sino que son sobreentendidas por los participantes en el juego.
- Aprender cómo regular y controlar sus emociones.
- Hacer amigos y aprender de otros como iguales.
Por todo ello, el juego provee de toda una serie de herramientas que facilitan el desarrollo de los niños y su transición hacia el universo adulto al posibilitar que ensayen, a través de la aplicación de todos sus sentidos, su lugar en el mundo.
Cada vez juegan menos
Sin embargo, en nuestra sociedad en la que los niños tienen de todo, cada vez se juega menos. La falta de tiempo y el exceso de pantalla son las principales causas.
Según recoge el artículo titulado “El descenso del juego y el aumento de la psicopatología”, publicado en la revista American Journal of Play:
"En los últimos 50 años el juego libre con otros niños se ha visto reducido de forma significativa mientras que los casos de ansiedad, depresión o sentimientos de indefensión han aumentado entre niños, adolescentes y adultos jóvenes. Los niños a lo largo de la historia y de las diferentes culturas han adquirido las aptitudes necesarias para la vida adulta a través del juego en la infancia, explorando y jugando libremente. Tradicionalmente el juego ha sido la esencia de la infancia".
Para Gonzalo Jover, director del Observatorio del Juego Infantil, “restar a los niños y niñas el espacio y tiempo para jugar supone impedirles, no sólo uno de sus derechos fundamentales, sino en el fondo, la capacidad de vivir en plenitud su infancia”. Sin embargo, en la actualidad, los niños dedican muchísimo menos tiempo al juego (sobre una hora y media diaria según un estudio de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes AEFJ) que, a las pantallas, que los últimos sondeos establecen en 30 horas semanales o a otras actividades regladas.
Menos niños para jugar
Además del tiempo de pantalla, están las horas que los niños pasan por las tardes haciendo deberes y actividades extraescolares, muchas veces porque los padres tienen que trabajar más horas después de que salgan del colegio.
Como cada vez hay menos niños, el número de hijos únicos en las familias va en aumento y, por tanto, la opción de jugar en casa con los hermanos desaparece. Por otra parte, la calle hace ya mucho tiempo que dejó de ser el escenario natural del juego entre iguales. Hasta que no consigamos ciudades más amables y seguras para los niños estaremos dejando vía libre a las videoconsolas y la tele.
La infancia cada vez dura menos
Otros aspectos como el sistema educativo también están influyendo en la manera en que nuestros peques viven su infancia. Por ejemplo, según el estudio de AEFJ mencionado anteriormente, los niños tienen precozmente intereses de adultos. Esto se debe, en parte, al paso al instituto con 11 años y no con 14, ya que el salto a la secundaria implica, casi siempre, un rechazo a los referentes del mundo infantil como el juego y los juguetes.
Además, los padres confirman que a partir de los 7 años sus hijos prefieren otras actividades distintas al juego, como los videojuegos o ver la televisión o la tablet.
Un día para reflexionar
Hoy es el Día Internacional del Juego y es un momento perfecto para reivindicar: más tiempo para que los niños jueguen y espacios más seguros para que se relacionen entre iguales.
Desde Jugar es un derecho nos proponen varias ideas para celebrar este día con la familia y amigos:
- Proponer una partida de parchís, de cartas o de cualquier juego de mesa que tengas por casa
- Visitar los equipamientos del barrio que hayan preparado actividades
- Bajar las bicicletas y los triciclos y dar una vuelta por el parque más cercano
- Sacar las muñecas y los monstruos a pasear
- Bajar al parque a jugar a la peonza, al yoyó, con cuerdas o gomas de saltar, a la pelota?
Más información | Fundación crecer jugando
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