Adrian McDonald es un fotógrafo filosófico (no me pregunten qué quiere decir eso porque no sé qué contestarles) Neyorquino que se pasó varios días observando y fotografiando los juegos de los niños que vivían cerca de su barrio sin que estos lo supieran. Se trata de niños sin recursos, pero por las imágenes que vemos podemos afirmar que para un niño lo importante no es el dinero sino los pequeños momentos que se producen cada día.
El resultado es algo maravilloso y de una fuerza increíble.