Esta muñeca de medidas imposibles con la que juegan millones de niñas en el mundo ha dado mucho que hablar en los últimos tiempos, a los mayores que critican la imagen que ofrece a nuestros hijos. Una de las polémicas tiene que ver con la apariencia de Barbie, su extremada delgadez y si induce a problemas alimentarios.
Dado el éxito de esta muñeca, si se confirmara ese dato no estaríamos hablando de un "efecto secundario" anecdótico, sino de un problema serio. Las cifras son impresionantes: se vende una cada 2,5 segundos en uno de los 150 países en los que se comercializan. Desde su nacimiento en 1959 se han vendido 1.000 millones de unidades.
Puede que tal éxito se deba a que Barbie fue una de las primeras muñecas de la historia que no tenía aspecto de bebé o de niño sino de mujer adulta, en el que las niñas verían reflejadas su propia "versión adulta". Una versión demasiado delgada.
La principal crítica a Barbie siempre ha sido su cuerpo, sus medida imposibles (91-46-84), lo cual podría generar ansiedad en las niñas que quisieran usarla como modelo de su yo futuro.
Según el Hospital Central Universitario de Helsinki, con esas medidas, Barbie no tendría suficiente grasa subcutánea y habría perdido la menstruación. Como les sucede a las jóvenes que sufren trastornos alimentarios hasta llegar a una delgadez extrema. La anorexia, la de las jóvenes reales, podría estar detrás de la búsqueda de ese cuerpo imposible.
Evolución de la Barbie
En el pasado, los fabricantes, de Mattel, no debieron de pensar demasiado bien unos cuantos detalles que hoy hubieran acabado con su prestigio. En 1961 el equipamiento de la “Barbie canguro” venía con un libro titulado "Cómo perder peso" que incluía el siguiente consejo: “No comas.”
En 1965, otro paquete de accesorios llamado Slumber party (Fiesta de pijamas) incluía el mismo libro y una báscula rosa que marcaba 50 kilos (110 libras) lo que sería 16 kilogramos menos de lo que debería pesar una persona de su altura (1,75 m).
Ya en 1971, ante las críticas recibidas Mattel cambió las medidas de la Barbie aumentándole las caderas y reduciendo el pecho (paradójicamente, se la ha acusado de tener demasiada delantera). Pero se la siguió haciendo responsable de los problemas de dietas de las adolescentes occidentales y, más tarde, de la adicción a la cirugía plástica.
Según datos recientes, el 2% de las niñas norteamericanas desarrollan anorexia en algún momento de sus vidas, el 15% una bulimia y el 70% se ven gordas. Pero considerar Barbie el origen de los problemas alimentarios u otros trastornos psicológicos es confundir la relación causa-efecto.
Barbie no sería la causante de nada sino más bien el reflejo de lo que sucede en la sociedad, de lo que vemos en las pasarelas, en el cine, en los anuncios... Exista Barbie o no, seguiría ocurriendo lo mismo. Las niñas no compiten para ser como Barbie sino para ser mejores que sus pares, y la sociedad les dice que se es mejor cuanto más delgada.
En 2009, el mismo año que se cumplió el 50 aniversario de la muñeca Barbie, el Dr. Worobey de la Universidad de Rutgers realizó una investigación sobre la influencia de Barbie en sus propietarias. Encontró, tras hacer un estudio en 254 mujeres, que ni la edad de su primera Barbie ni cuántas de estas muñecas habían tenido en su infancia y adolescencia tenían un impacto estadísticamente significativo en su propia imagen ni en su conducta alimentaria.
El factor más importante a la hora de predecir el comportamiento alimentario y la obsesión con las dietas de una mujer eran sus recuerdos de cuánto valoraba la apariencia física su familia más cercana. Pero... ¿tendrían una Barbie esas madres o tías más preocupadas por su aspecto?
En definitiva, podrá gustarnos más o menos la muñeca, su imagen y los valores que transmite, pero Barbie no induce a problemas alimentarios como la anorexia, al menos según el estudio comentado. Aun así, no estaría mal que le añadieran un poco más de cinturita...
Vía | Xataka Ciencia Foto | es74273 en Flickr-CC En Bebés y más | Barbie y Bratz se enfrentan en los tribunales, Primer museo de la Barbien en España, Ken ha cortado con Barbie, "Cultura infantil y multinacionales", lo que nos venden para nuestros hijos