Hace unos días hemos recordado algunos juegos de toda la vida a los que seguramente habréis jugado en vuestra infancia. Nuestra intención es la de rescatar los juegos tradicionales, los de siempre, para que podáis enseñároslos a vuestros hijos.
En el post anterior nos centramos en juegos de persecución, de balón y de comba. Ahora vamos a enumerar además, una recopilación de juegos de palmas, corros y juegos recreativos.
Son juegos que requieren menos actividad física que los juegos de desplazamiento como el escondite, el matapollos o saltar a la comba. Son menos intensos, están dirigidos al entretenimiento de los más pequeños, pero también les aportan importantes beneficios para su desarrollo.
Los juegos de palmas, corros y demás juegos recreativos contribuyen, entre otras cosas, a promover las relaciones sociales, la colaboración entre los compañeros, agudizan los sentidos, desarrollan la memoria visual y auditiva y la capacidad de observación.
Juegos de palmas
Don Federico: Se dan palmadas mientras se canta la canción (seguro que os suena): "Don Federico perdió su cartera, para casarse con una costurera, la costurera perdió su dedal para casarse con un general, el general perdió su espada para casarse con una bella dama, la bella dama perdió su abanico, para casarse con don Federico, Don Federico perdió su ojo para casarse con un piojo, el piojo perdió sus patitas para casarse con una elefantita, la elefantita perdió su cola para casarse con una "pesi cola", la "pesi cola" perdió su burbuja para casarse con una mala bruja, la bruja perdió su gatito para casarse con Don Federico, Don Federico le dijo: Que no, que no, que no, y la bruja se desmayó, al día siguiente la dijo: Que si, que si, que si. Y la mala bruja le dijo: Por aquí.". Una palabra de cada frase como "cartera", "costurera", "general", etc. va acompañanda del gesto correspondiente.
Toma tomate: Se hace un círculo y se ponen las palmas de las manos hacia arriba, una de ellas sobre la palma del compañero de al lado. Se comienza pegando una palmada al compañero y cantando: "Toma tomate, tómalo, ia ia oh, plop, Toma tomate, tómalo, ia ia oh, plop, Toma tomate, tómalo, ia ia oh…". Al tercer “plop" el compañero que espera recibir el palmazo debe esquivarlo, sino deberá realizar la prenda o prueba que se le ordene.
En la calle 24: Se dan palmadas normales y se repiten al final de cada palabra al ritmo de: "En la calle...lle...lle, veinticuatro...tro...tro, ha sucedido...do...do, un asesinato...to...to. Una vieja...ja...ja, mató un gato...to...to con la punta...ta...ta del zapato...to...to. Pobre vieja...ja....ja, pobre gato...to...to, pobre punta...ta...ta, del zapato...to...to". Es bastante sencilla, por lo que es ideal para los más pequeños.
Juegos de corro
El corro de la patata: junto con el escondite, es de los juegos de niños más tradicionales. Tiene muchas variantes, dependiendo del lugar donde se juegue. Todos los niños se dan la mano formando un corro (o ronda) y cantan: "Al corro la patata, comeremos ensalada, la que comen los señores, naranjitas y limones. Alupé, alupé, alupé, sentadita me quedé" (se agachan).
A la zapatilla por detrás: Se hace un corro en el suelo sentados dándose la mano y el que tiene la zapatilla va dando vueltas alrededor del corro mientras todos cantan: "A la zapatilla por detrás, tris-tras. Ni la ves ni la verás, tris-tras. Mirar para arriba, que caen judías. Mirar para abajo, que caen garbanzos. ¡A dormir, a dormir, que vienen los Reyes Magos!". Al terminar la canción todos deben cerrar los ojos y contar hasta un número (10 por ejemplo). El que tiene la zapatilla tiene que dejarla detrás de alguien. Al abrir los ojos comprueban a quién le ha dejado la zapatilla y éste debe salir corriendo detrás del primero, hasta que le pille o éste consiga librarse sentándose en su sitio.
El patio de mi casa: Los niños se dan la mano formando un corro (puede ir un niño al centro) mientras se canta. El patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja, como los demás. Agáchate (se agachan todos) y vuélvete a agachar, (se agachan todos) que los agachaditos no saben bailar. H, I, J, K, L, M, N, A (dan palmas en cada letra) que si tú no me quieres otro novio me querrá. Chocolate, molinillo, corre, corre, que te pillo. A estirar, a estirar, (estiran el corro haciéndolo más grande) que el demonio va a pasar (se cierra el corro hasta juntarse).
Otros juegos recreativos
Zapatito roto: Los niños deben formar un círculo (bien juntos) y deben poner un pie hacia el centro del círculo al lado de los pies de los compañeros. Un jugador guía el juego, y comienza a cantar “zapatito roto, cambia el otro", mientras se dice esto, el jugador debe ir señalando los zapatos uno por uno, en orden, incluyéndose. El último que señale debe cambiar el pie por el otro. Se seguirá cantando, partiendo desde el niño que cambió el pie, y si le vuelve a tocar, deberá abandonar el juego. Gana el jugador que quede, al haber cambiado solo un pie o ninguno.
El nudo: todos los niños cogidos de la mano se van liando entre si, sin soltarse de las manos, y los dos primeros de cada extremo tienen que intentar desliar al grupo.
Gallinta ciega: se delimita un espacio y se le vendan los ojos a un niño (la gallinita). Los demás alrededor le preguntan: "Gallinita ciega, ¿qué has perdido?" y responde: he perdido una aguja y un dedal. Le dan tres vueltas sobre si mismo y empieza a buscar a los demás. Cuando coge a uno tiene que adivinar quien es por el tacto. Es un juego muy interesante pues además de desarrollar la percepción sensorial promueve la concentración y la confianza en los demás.
Me lo he pasado genial recordando los juegos de toda la vida que he recopilado en el post anterior y en este. Espero que os hayan traído buenos recuerdos y que compartáis estos juegos con vuestros hijos. ¿Recordáis alguno más?
Fotos | Nir Nussbaum y Brianfit en Flickr En Bebés y más | Juegos de toda la vida (I): de persecución, con balones y de comba, Los juegos de toda la vida