Primeros juegos con tu bebé

Cuando el bebé se encuentra en el vientre materno, disfruta de las sensaciones que desde su interior percibe, cuando sus sentidos ya se han desarrollado, responde a los estímulos que papá y mamá le proporcionan, a sus palabras amor, a sus masajes, a la música que escucha, etc.

Una vez que tu bebé nace, encuentra un nuevo mundo más cargado de estímulos, luces, colores, sonidos, texturas… un montón de novedades que sus papás se encargarán de enseñarle.

Seguro que desde su primer día tu bebé cuenta con peluches, un carrusel musical para la cuna, un sonajero, algún libro de tela, etc. Pero no olvides que nosotros los padres somos su “juguete más preciado", reconoce nuestra voz y le encanta asociarla con nuestra cara, con nuestros movimientos, explorar las formas y los gestos, nuestra interacción con él será su mejor diversión. A medida que pasan los días, podemos dedicar al bebé algunos juegos que son muy sencillos pero agradables para él, como hacerle seguir el movimiento de un dedo. Teniendo al pequeño en brazos, mueve el dedo índice ante sus ojos mientras le cantas una bonita canción, su mirada seguirá tus movimientos y aumentará su capacidad de observación.

Otro gesto que le hará reír y disfrutar será el juego de sacar la lengua, es un juego interactivo muy simple, pero a tu bebé le encantará y te imitará.

Cuando estés tumbad@ y le tengas contigo, colócate boca arriba y a tu bebé sobre tu vientre, llama su atención, llámale por su nombre y álzale ligeramente para que levante la cabeza. Alábale y acaríciale si lo consigue, que comprenda que te ha gustado su gesto.

Las “palmas palmitas" también encantan a los bebés, el movimiento unido al sonido de la palmadita y la canción con la que lo acompañamos es un estímulo ideal, además, ayúdale llevando sus manos a hacer palmitas suavemente, pronto las hará solit@.

Un bebé es una esponja, no sólo en el aprendizaje, todos los mimos que le podamos hacer, los recibirá como un gran tesoro. Disfruta de todos los momentos especiales que puedas con tu bebé, cuando come aprovecha para darle seguridad con tus caricias ¿y lo emocionante que resulta que te toque la cara? nos investiga, pero a la vez parece que nos devuelve los mimos.

Cuando le cambias o le vistes, le encantan las cosquillas, que le hables, que emitas ruidos como los que surgen de un beso, del chasqueo de la lengua, de un suave soplo. Será un placer para tu bebé dormirse con una dulce nana, tú lo disfrutarás también.

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