La leche materna es el mejor alimento que puede recibir el recién nacido, ya que aporta todos los nutrientes que necesita el bebé y se adapta a cada etapa de su crecimiento, además de protegerlo frente a infecciones y enfermedades a corto y largo plazo. La OMS la recomienda en exclusiva durante los seis primeros meses de vida, y mantenerla hasta al menos los dos años complementada con otros alimentos.
Un estudio reciente presentado en la reunión de la American Chemical Society (ACS) ha descubierto que los oligosacáridos de la leche humana (HMOs, por sus siglas en inglés) -- cadenas cortas de moléculas del azúcar abundantes en leche materna -- puede ayudar a prevenir infecciones de estreptococos del grupo B en células humanas y tejidos y en ratones.
"Nuestro laboratorio ha demostrado que las mezclas de HMO aisladas de la leche de diferentes madres donantes tienen actividad antimicrobiana y antibiofilm contra los EGB", explica la doctora Rebecca Moore, que presentó el estudio.
Añadió además que los oligosacáridos "actúan como antiadhesivos al impedir que los patógenos se adhieran a las superficies de los tejidos y formen una biopelícula, y podrían actuar como prebióticos al favorecer el crecimiento de las bacterias buenas".
El riesgo de los estreptococos del grupo B en recién nacidos
El estreptococo del grupo B es una bacteria que comúnmente se encuentra en los intestinos o el tracto genital inferior, que suele ser inofensiva en los adultos sanos. Sin embargo, en los recién nacidos puede provocar una enfermedad grave conocida como enfermedad estreptocócica del grupo B.
Los recién nacidos infectados por el estreptococo del grupo B pueden contraer una infección en la sangre (sepsis), una infección en los pulmones (neumonía) o una infección del líquido o los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal (meningitis), provocando cualquiera de ellas la muerte del bebé.
Aunque a menudo se pueden tratar o prevenir con antibióticos, las bacterias se están volviendo cada vez más resistentes. Alrededor de 2.000 bebés en los Estados Unidos contraen estreptococo del grupo B cada año, y el 4-6% de ellos muere por esta causa.
Bacterias de la madre al bebé
Las bacterias a menudo se transfieren de la madre al bebé durante el parto. Para prevenir que esto suceda, hacia el final del embarazo, entre las semanas 35 y 37, se realiza a la madre la prueba del estreptococo en la embarazada, un test de detección de la bacteria en la vagina de la embarazada que podría infectar al bebé en el momento del parto.
Si la prueba es positiva, se le administra a la madre antibióticos por vía intravenosa durante el trabajo de parto para ayudar a prevenir infecciones de inicio temprano, que ocurren durante la primera semana de vida.
Menos infecciones en bebés amamantados
Los investigadores hallaron que la incidencia de infecciones que aparecen entre la primera semana de vida y hasta los tres meses después del nacimiento, es mayor en los bebés alimentados con fórmula que en los bebés que son amamantados, lo que sugiere que los azúcares de la leche materna podría ayudar a proteger contra estas bacterias.
Vía |American Chemical Society (ACS)
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