Recordamos, entre otras, la noticia de un trabajo de investigación que concluía con la recomendación de que dar de mamar al bebé a la media hora del nacimiento es lo más conveniente para el bebé y para la mamá, en principio ayuda a alargar el periodo de lactancia materna, se consigue una mayor rapidez en la subida de la leche y una mayor confianza en la capacidad de amamantar al bebé.
Además de fomentar la lactancia materna, promueve el vínculo afectivo y disminuye el sangrado pospato entre muchos otros beneficios. Parece mentira que todavía no se haya extendido esta sabia actuación en los centros hospitalarios, siendo el personal médico el más adecuado para fomentar este método y la lactancia materna.
Leemos en el periódico digital 20 Minutos algunas cartas de las lectoras reclamando los derechos como madres a la hora de dar a luz y alimentar a sus bebés en los hospitales. Remarcamos la experiencia por la que pasó Ángela, que tras dar a luz en una clínica de Madrid mediante “(inne) cesárea”, no pudo ver a su bebé ni darle la bienvenida al mundo, se lo llevaron al nido donde le administraron biberones de suero glucosas y leche en polvo sin consultar con la mamá. Parece ser que esta actuación la llevaron a cabo porque el pequeño pesó al nacer 30 gramos menos de los que estipulaba el protocolo de la clínica.
Desde Bebés y más también os invitamos a que nos contéis vuestra experiencia, ojalá todas las que leyéramos fueran alentadoras, pero desgraciadamente todavía hay muchos hospitales y personal especializado que no conciben el nacimiento de un bebé como merece (a éstos, les invitamos a cambiar de profesión).
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