O el mundo se ha vuelto loco o los jueces tendrían que empezar a basar sus decisiones en datos contrastados y demostrables. Hablo de un caso del que acabamos de enterarnos, sucedido en Australia, donde un juez ha prohibido a una madre dar el pecho a su bebé porque lleva un tatuaje y considera que podría poner en un "riesgo inaceptable" al bebé.
La mujer, al parecer, se hizo un tatuaje hace cuatro semanas, en una época en la que estaba dando el pecho a su bebé, que ahora tiene once meses. Lo hizo porque sabía que era seguro para ella y su hijo, pero el juez Matthew Myers ha considerado que es peligroso para el niño y ha optado por prohibir el amamantamiento.
Ante esta situación, ante el riesgo de que el juez fallara en contra de la mujer, decidió hacerse pruebas que descartaran ningún problema relacionado. Pruebas como la detección de hepatitis y de VIH. Todas las pruebas dieron negativo, demostraron que la mujer sigue tan sana como siempre pero el juez, en un súbito ataque de "lucidez", ha decidido que dichas pruebas clínicas no son concluyentes.
Las protestas no han tardado en llegar
La Asociación Australiana de Lactancia Materna (Australian Breastfeeding Association) no ha tardado en declarar que el fallo del juez puede crear un precedente muy peligroso, pues puede dar voz, voto y en cierto modo alas a la justicia para entrar a valorar, juzgar, prohibir o permitir gran cantidad de prácticas o costumbres de las mujeres.
Además, han aclarado que la industria del tatuaje está muy regulada en Australia y que las posibilidades de contraer cualquier enfermedad o infección son muy bajas. Ante tal situación, y tal y como explican en 324: "a menos que haya alguna prueba de haber sufrido una infección como consecuencia del tatuaje, la decisión no es razonable".
El juez que necesitaba trabajo
¿Mujeres que se hacen tatuajes mientras dan el pecho a sus hijos? Seguro que hay muchas, pero muchísimas. Y no solo que se hagan tatuajes... las hay que fuman, que se toman una copa, que viven en barrios con poca salubridad, que comen helados a veces, o hamburguesas, que cogen el coche para ir con sus hijos a comprar, que van a hospitales a ver a parientes enfermos, donde se exponen a infecciones que podrían poner en riesgo a los bebés, las hay que trabajan, que besan a otras personas, que se cuelgan a los niños en "peligrosísimas" mochilas de donde se pueden caer o que los llevan en extraños cochecitos con ruedas, a riesgo de que vuelquen.
Vamos, que son muchas las cosas "peligrosas" que puede llegar a hacer una mujer que da el pecho a su bebé y, en tal situación, el juez se va a hartar de firmar sentencias. A unas les tendrá que prohibir amamantar, a otras ir al hospital a ver a sus familiares o amigos, a otras las dos cosas (no amamantes, porque puedes coger un resfriado y no te enfermes, porque puedes contagiarle incluso sin darle el pecho).
Vamos, que no veo por dónde cogerlo y lo más lógico en este caso es que se recurra la decisión del juez a una instancia superior que, espero con más cordura, dictamine que esa mamá puede dar el pecho tanto como quiera, se haga uno o se haga ocho tatuajes.
ACTUALIZACIÓN: Tras la publicación de esta entrada se han hallado en los medios nuevos detalles relacionados. Una de las grandes dudas era el origen de la denuncia. Se sabe ya que el juez ha dictaminado sentencia por una denuncia del padre del bebé.
Se ha hablado también de la posibilidad de que la madre tenga relación con las drogas, pero pese a que la madre admitió que una vez consumió cannabis durante la lactancia, las pruebas que se le han realizado al respecto han dado negativo.
Foto | iStock
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