Uno de los grandes terrores de los padres cuando empiezan los largos viajes estivales es el cansancio y aburrimiento de los más peques. Acostumbrados a trayectos cortos y un poco adormilados (los fines de semana o los madrugones a la guardería o al cole), su pregunta favorita será: ¿Cuando llegamos? Un estudio ha comprobado que tardan solo 90 minutos en formularla.
Hay padres de todos los tipos, los más severos que advierten que nunca se llega y no se para a comer ni al baño, aunque la primera parada sea a la media hora de salir; los que calculan un tiempo similar a las 24 horas de Le Mans, aunque vayan a 300 km y finalmente los que organizan un auténtico despliegue de diversión para que a los peques se les pase el viaje volando.
Viajar jugando de seis meses a tres años
Los bebés se dormirán casi desde que el coche comience a moverse, lo cual es una ventaja, pero desde los seis o siete meses, tu bebé duerme menos horas, así que por temprano que salgas, parte del viaje estará despierto. Si es un poquito mayor, la excitación del viaje y el cambio de costumbres, las palas de la playa, y demás parafernalia vacacional, le tendrá nerviosisimo y lo más seguro es que vuelva locos a piloto y copiloto con sus preguntas. Una vez cómodo y seguro en su silla de coche, como en la Silla Auto Oasys 2-3 Fixplus, el coche familiar puede convertirse en un lugar mágico.
El guiñol más divertido.- ¿Quién necesita un teatro de guiñol teniendo un coche parte de delante y asientos detrás? Lleva los muñecos de guiñol escondidos en una bolsa y que aparezcan por encima del hombro del copiloto cuando menos se lo esperan. Ya sea papá o mamá el copiloto puede hacer preguntas a los mini pasajeros, darle toques a los muñecos musicales que lleven con ellos, si el muñeco comienza a jugar con el Mr Giraffe Stroller Ropa, tu bebé quedará encantado y lo más seguro es que le haga muchisima gracia.
Mamá cuenta cuentos.- No hay nada que guste más a los niños que las historias de papá y mamá. Cuentos inventados cuyos protagonistas llevan su nombre y el de sus amiguitos, historias de cuando papá y mamá eran niños o cuentos tradicionales que han gustado a generaciones de niños serán tu cuenta cuentos particular. Si sus juguetes forman parte de la historia, apenas notarán que están sentados en el coche.
Las canciones que nos sabemos todos.-Cómodamente instalado en su silla de coche y con un volante parlachín, podemos cantar canciones de toda la vida mientras tocamos el claxon. Las canciones de los payasos, las tradicionales o las de los dibujos animados, con los sonidos de su volante parlanchín, tendrán diversión para todos durante mucho rato.
Viajar jugando de cuatro a seis años
Esta edad es la más divertida y a la vez más pesada para los viajes largos. Tiene la ventaja de que los juegos pueden ser más visuales y además conseguiremos que no se mareen, si alguno de los niños es proclive a ello. Como todavía les cuesta deletrear y no queremos que se aburran, dirigimos los juegos a los colores.
Veo veo de colores.- Un clásico, que se puede jugar dentro y fuera del coche, aunque es mejor dentro. Una vez comiencen, estarán como locos buscando colores en todos y cada uno de los recovecos del coche.
Stop oral.- El árbitro comienza a repasar en silencio el abecedario hasta que uno de los niños grita ¡Stop! y el juego comenzará por la letra que vaya. Entonces todos tienen que decir primero un nombre con esa letra, luego un animal, una ciudad... Según sean de mayores los niños, el juego se va complicando.
Colores colores.- Un juego divertido para grandes y pequeños por igual es el de tocar colores. El árbitro dirá un color diferente cada vez y hay que tocar el color lo que supone una algarabía de buscar el color y después luchar por alcanzarlo, sin moverse cada uno de su sitio.
Viajar jugando de seis a diez años
La ventaja de ser mayores, también se convierte en desventaja. Acostumbrados a estar siempre realizando alguna actividad, la inmovilidad del coche les resulta insoportable a los más mayores. Sin embargo aquí podemos desarrollar juegos más complicados y de memoria, que les ayuden a desarrollar capacidades.
Palabras encadenadas.- Para los más ágiles será divertido ir enlazando palabras con la última sílaba o letra de la palabra anterior. Pueden comenzar cualquiera y durar lo que quieran los participantes. Si cojean en mates, un buen juego de cálculo mental les estimula y prepara para el cole, aunque a lo mejor no se dejan...
¿Por qué no has hecho los deberes?.- Consiste en que el árbitro busca dos palabras sin relación aparente entre si y cada participante debe inventar una historia para excusarse por no haber hecho los deberes, utilizando esas dos palabras. Cuanto más surrealista y disparatada más se reirán.
Seguros, entretenidos y cómodos, el viaje puede pasar en un santiamén y resultar divertido ¡y hasta corto!