Salir a pasear con nuestro bebé es una de las actividades más beneficiosas que podemos hacer tanto para los pequeños, como para nosotros. Caminar mientras nuestro pequeño conoce y explora su entorno es muy enriquecedor, y también es posible hacerlo en verano, a pesar del calor, siguiendo unas cuantas recomendaciones.
Lo primero es evitar salir en las horas centrales del día si hace mucho calor. Es mucho mejor dar un paseo al principio de la mañana o al final del día, y si puede ser en un lugar fresco (cerca de un río, del mar o simplemente por la sombra), mucho mejor. Los sonidos de la naturaleza, además, estimularán a nuestro bebé mientras se relaja con el paseo.
Evitar la exposición solar directa
Durante el primer año, es imprescindible evitar que le dé el sol directamente y, más tarde, deberemos protegerle con crema de protección alta, un gorrito que le cubra la cabeza y unas gafas de sol adecuadas a su edad.
No deberemos olvidar tampoco llevar agua mineral siempre a mano con nosotros para hidratar a nuestro bebé y ofrecérsela a menudo para evitar golpes de calor.
También es fundamental vestir al pequeño con ropa ligera y fresca, de algodón o lino. Podemos dejarle las piernas y pies al descubierto si hace mucho calor, pero vigilando en todo momento que no estén muy expuestas al sol.
No te preocupes si ves a tu bebé un poco sudado: hasta los 18 o los 20 meses los bebés tienen el sistema de termorregulación corporal inmaduro, lo que significa que pueden quedarse fríos en un minuto o sudar demasiado. Si esto ocurre, puedes refrescar al bebé con cuidado, echándole agua o con una toalla húmeda. Lo importante es evitar cambios bruscos de temperatura y huir del aire acondicionado a toda potencia.
Un carrito bien equipado
Si paseamos en carrito, es una buena idea tener una muselina de gasa cerca, por si tenemos que cubrir al bebé al final del día sin darle más calor. Esta prenda puede venirnos bien también para hacerle algo más de sombra si es necesario (pero cuidado, siempre sin tapar por completo el carrito, para que dejemos pasar el aire), o como manta sobre la que tumbarle o apoyarle si hacemos un descanso en el parque o en el jardín. Si tenemos mosquitera para nuestra silla, es una buena idea utilizarla en estos paseos.
Para evitar que el sol le dé directamente también podemos utilizar una sombrilla o protegerlo con la capota del carrito, un aspecto que tenemos que tener en cuenta a la hora de comprar el cochecito para nuestro bebé. Habrá que jugar con ellas en función de las distintas posiciones del sol durante nuestro paseo.
La amplia capota de la silla de paseo Liteway es un ejemplo de ello. Es versátil y sirve tanto para proteger del calor en verano como del frío en invierno, gracias a su tejido. Además, es una silla confortable y cómoda, perfecta para paseos en verano, sea por ciudad o para excursiones y para que nuestro bebé se eche una siesta reparadora, si lo necesita. Es ligera, plegable y fresca, perfecta para estas fechas.
Llevar ropa de repuesto, babero, pañales, toallitas, un cambiador de tela, los chupetes y algún juguete nos hará sentir más seguros para pasar unas horas fuera de casa.
Con esta serie de recomendaciones podremos disfrutar de paseos agradables y beneficiosos con nuestro bebé también en verano.
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