Dadle una toallita limpiadora a una madre y salvará el mundo. Cuesta imaginar qué era de nuestra vida antes de tener hijos y antes de que supiéramos la infinidad de utilidades que pueden tener las toallitas. Por supuesto, son básicas para el cambio de pañal, y ni siquiera concebimos el hecho de salir de casa sin ellas en el bolso del carrito. Pero es que además su uso se ha extendido y ante cualquier mancha o percance, una madre siempre sacará una toallita limpiadora del bolso en el momento oportuno y como solución a todos los males.
Toallitas limpiadoras para el cambio de pañal
Las toallitas limpiadoras son básicas para el cambio del pañal: limpian rápida y eficazmente, dejan buen olor, y cuidan de la sensible piel del culete de los bebés, sobre todo si tienen aloe vera y camomila (conocidos por su alto poder calmante e hidratante), como las toallitas limpiadoras Baby Moments de Chicco. Una solución suave con la piel y muy práctica que no ocupa demasiado espacio en el bolso.
Las toallitas limpiadoras de Chicco están realizadas en un suave tejido de celulosa, con una textura que cuida de la piel del bebé al mismo tiempo que limpia con facilidad. Estas toallitas están libres de parabenos, SLS y SLES, y no tienen alcohol. Han sido probadas dermatológicamente en pieles sensibles, son hipoalergénicas, es decir están formuladas con el fin de minimizar el riesgo de alergias, y tienen el mismo pH que la piel para evitar irritaciones.
La camomila y el aloe vera son reconocidos por sus propiedades hidratantes, calmantes, suavizantes, cicatrizantes, regenerantes y antiinflamatorias para el cuidado de la piel. Debemos tener en cuenta que repetimos el gesto de limpiar la piel del culito del bebé varias veces al día y un roce tan frecuente puede irritarla si no se hace con productos seguros para su delicada piel.
Todos los usos que podemos dar a las toallitas
No hay mancha que se le resista a las toallitas: el puré que escupe el bebé, la pintura del rotulador en las manos, y también las manos todas pegajosas del pequeño el día que se pone a jugar con tierra y con vete tú a saber qué en el suelo. Las toallitas sirven para limpiar cara y manos y son casi infalibles incluso con la ropa y el calzado (es la única manera de asear un poco las deportivas blancas que llevan los niños).
Terminan con todo tipo de suciedad inidentificable (la más habitual en los pequeños) en un instante. Si hay un derrame de batido de chocolate, zumo, etc. causado por un niño puedes confiar en que lo primero que hará una madre o un padre es echar mano de las toallitas limpiadoras.
A medida que los niños crecen e incluso cuando ya no usan pañal, las toallitas se hacen tan imprescindibles que las madres las llevamos siempre en el bolso. Nos hemos acostumbrado tanto a usarlas para todo que ya no podremos vivir sin ellas nunca más.
Piensas que cuando el bebé vaya creciendo y aprenda a controlar el tema del pañal se acabará el limpiar culetes y ropa, pero lo cierto es que los niños siguen manchando todo lo que está a su alrededor cuando se hacen mayores: no hay manera de que su ropa llegue limpia a casa si han estado jugando un rato en el parque, y cuando están aprendiendo a comer, siempre aparece comida en los sitios más insospechados: en el suelo, detrás de sus orejitas, en la bandeja de la trona, y alguna vez hasta en las paredes de la cocina. Nada que no pueda ser limpiado por las mágicas toallitas. No sé qué haríamos sin ellas.