A pocas semanas de la Navidad, es momento de empezar a pensar en cómo celebrarás este año las que se consideran las fiestas familiares por excelencia. Los niños son, sin duda, los auténticos protagonistas de la Navidad y los que viven las celebraciones con más ilusión e inocencia.
Es importante que participen de las fiestas pero hay que tener en cuenta sus ritmos e intentar que no se saturen con tanta celebración. Si estas son las primeras Navidades de tu peque, te damos algunos consejos para que disfrutéis estas fechas en familia teniendo en cuenta sus necesidades.
Alimentación saludable, también en Navidad
Si hay algo que abunda en Navidad es la comida y el tiempo que pasamos en la mesa. Los menús de estas fechas son más que consistentes y, además, vienen acompañados de dulces típicos, como turrones y polvorones, para añadir aún más calorías a la dieta navideña.
Lo ideal sería plantear las comidas de navidad desde un punto de vista más saludable, buscando propuestas igual de ricas y elaboradas pero más sanas. En el caso de los niños, especialmente los menores de un año, debéis ser bastante estrictos con los alimentos que tomen y no dejaros llevar por el espíritu de las fiestas.
En Navidad hay que intentar que los peques disfruten pero siempre teniendo en cuenta sus necesidades
Como vimos, hay unas pautas alimentarias a tener en cuenta con los bebés, y su aplicación sigue siendo igual de válida en Navidad. Si tu bebé tiene 6 meses o más y ya ha empezado a tomar otros alimentos además de la leche, intenta ofrecerle también en esta época del año alimentos saludables, cocinados de la forma más suave posible, evitando añadirles sal.
También hay que recordar que, dependiendo de su edad, habrá alimentos que es mejor que no consuma, como por ejemplo los que son potencialmente alérgenos: la leche de vaca, el huevo, los frutos rojos o el marisco.
Respeta los horarios
Respetar los horarios de los peques ayuda a que estén contentos y animados durante las celebraciones. En vez de intentar que los niños se adapten a nuestro ritmo, conviene que seamos los adultos los que nos adaptemos a los suyos. Por ejemplo, si es necesario adelantar la hora de comer o de cenar para poder hacerlo en familia y todos juntos, no debe haber inconveniente.
Estas fechas son para disfrutar en familia, aprovechando el hecho de estar reunidos con parientes que no vemos habitualmente y que los peques no tienen colegio. Comer en familia tiene muchos beneficios añadidos, como por ejemplo que los peques muestren interés por los mismos alimentos que comemos los adultos.
Para ello hay que considerar también que estén cómodos en la mesa, en una trona que sea adecuada para su edad y que, en estos días de idas y venidas, nos permita usarla tanto en nuestra casa como en la de un familiar. Un elevador válido para una franja de edad amplia, de los 6 meses a los 3 años, como el Chicco Mode es una solución muy práctica para estos casos.
Mantener las rutinas también es importante a la hora de irse a dormir. Las vacaciones escolares de Navidad no son excesivamente largas pero sí son intensas. Si no queréis que en pocos días el ritmo de los peques se altere demasiado, intentad que se acuesten más o menos en la misma hora. Lo mismo ocurre en el caso de las siestas, tan importantes para que los peques hagan una parada para recuperar fuerzas, y no lleguen a la noche demasiado cansados.
En las celebraciones familiares, con tanto ajetreo, es posible que el bebé se agobie. Si veis que está incómodo, conviene que lo pongáis a descansar un rato o a dormir. Si se trata de una casa que no conoce, podéis llevaros una hamaca para tumbarlo cerca de vosotros o bien en el mismo cochecito.
¿En tu casa o en la mía?
Cuando hay niños en casa, es muy importante pensar detenidamente dónde vamos a pasar cada uno de los días festivos que marca el calendario. Para gustos, los colores y existen varias opciones con sus pros y sus contras.
Si tu casa es el punto de encuentro de la familia tendrás un trabajo extra preparando el menú, la casa y estando atenta a todos los invitados. Aún así, supone una buena opción si tu bebé es muy pequeño o no está habituado a ir a casa de otros familiares. El hecho de estar en un entorno conocido, rodeado de sus objetos cotidianos y sus juguetes influirán en su estado de ánimo y facilitarán su descanso.
Si por el contrario, los anfitriones son otros, podrás estar más relajada en lo que concierne a preparativos, pero deberás asegurarte de que el bebé está cómodo. Puedes llevarte sus juguetes favoritos para que se sienta como en casa. Piensa, además, que si se agobia o se cansa es más fácil que os disculpéis y volváis a casa, que no tener que invitar a que vuestros familiares se marchen si la celebración es en tu casa.
Para asegurarte que el bebé está tranquilo y contento puedes llevarte sus juguetes favoritos
Sea donde sea, no olvides que os vais a juntar bastante familia y que el bebé va a ser el centro de atención y todo el mundo va a querer achucharle y besarle. Educadamente, intenta que no lo agobien en exceso y, si es necesario, aléjate de la avalancha de arrumacos para tranquilizarle.
No olvides centrarte en el pequeño y que el jaleo propio de las celebraciones no te distraiga de cuestiones de seguridad como evitar que se haga daño con cualquier objeto de casa, se acerque a artículos poco apropiados o a escaleras.
La organización y elección del menú son algunas de las cuestiones que deberéis tener en cuenta si son las primeras Navidades de vuestros hijos. Siguiendo estos consejos conseguiréis disfrutar de las celebraciones grandes y pequeños, pero respetando sus ritmos.