Mantener la casa ordenada no sólo es cuestión de estética: también nos ayuda a que las rutinas fluyan mejor y además está comprobado científica y psicológicamente que ser ordenados nos hace más felices.
Desde luego, sabemos que a veces hay ciertas situaciones que hacen el tener una casa ordenada algo complicado, como tener niños en casa. Ahora, no debemos agobiarnos ni estresarnos por algo de desorden, porque simplemente no es realista tener una casa impecable cuando tenemos peques en casa.
Sin embargo, sí que hay algunas cosas que podemos hacer para que el desorden no se salga de control, como los tres trucos infalibles que compartiremos.
Es importante mencionar que, además de estos tres consejos, una de las claves principales para mantener la casa ordenada es que todos los miembros de la familia hagan equipo, ya sea asignando tareas específicas para cada quien, o participando juntos a la hora de limpiar y ordenar.
Que cada cosa tenga su lugar
Uno de los mayores generadores de desorden es la falta de organización. Y con esto no nos referimos necesariamente a tener una rutina planificada de limpieza (aunque sí que es muy útil tenerla), sino al hecho de no asignarle un lugar a cada cosa.
Que cada objeto en casa, desde los juguetes y artículos de cocina hasta los abrigos y cobertores, tenga su propio sitio nos ayuda a que las cosas no se dejen dondequiera, sino que se coloquen donde corresponde.
Rutina post actividad
Mantener el orden es más sencillo cuando establecemos hábitos, y uno de los más efectivos que podemos enseñar a los niños -y que debemos hacer también nosotros mismos- es acostumbrarnos a tener una mini rutina de orden al terminar cada actividad.
Nos referimos simplemente a la acción de recoger, limpiar o reordenar lo que hayamos utilizado: si los niños usaron sus juguetes hay que recogerlos, si ensuciamos algo habremos de limpiarlo, si hemos cogido algo hay que regresarlo a su lugar, etcétera.
Reducir la cantidad de cosas
Finalmente, algo que en ocasiones se nos olvida: cuantas más cosas tengamos, más desorden habrá. Naturalmente, esto no significa que vamos a deshacernos de todo y sin pensarlo, pues hay cosas que definitivamente no deberíamos tirar, por mucho que Marie Kondo nos diga que lo hagamos.
Pero sí que hay ciertas cosas que podemos revisar y ver si las tiramos o donamos, como ropa y objetos que ya no utilicemos, así como reducir la cantidad de juguetes, pues tener demasiados juguetes sobreestimula a los niños, no les permite ser creativos y acaban por no valorar lo que tienen.
Lo más importante en una casa con niños, es recordar que un poco de desorden es normal y natural en esta etapa de nuestra vida, así que hay que ser pacientes y disfrutarles ahora que son pequeños.
Foto de portada | Ksenia Chernaya en Pexels