La precaución en carretera es fundamental para evitar accidentes y como parte de una buena educación vial de dar ejemplo a nuestros hijos y enseñarles cómo circular seguros, en nuestro coche pero también en otros transportes.
Por ejemplo, de camino al colegio en el transporte escolar, un medio que usan miles de niños cada día y que tiene que ser seguro. No estar sentado con las mochilas puestas, no ir de pie o cambiar de sitio en el bus, y por supuesto usar el cinturón son algunas de las medidas para evitar riesgos.
Estos días la Dirección General de Tráfico (DGT) está realizando una campaña de vigilancia y control por la seguridad del transporte escolar, intensificando las inspecciones a este tipo de transporte y se verificando que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad se ajustan a la normativa.
Según el Observatorio del Transporte de Pasajeros por Carretera, cerca de 17.000 autobuses realizan servicios de transporte escolar, desplazando a más de 280 millones de pasajeros al año. Casi medio millón de niños utilizan el transporte escolar a diario.
Recordemos que la Unión Europea emitió una Directiva Comunitaria que establece que desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados los sistemas de retención, pero hay muchos autocares antiguos sin cinturones que siguen haciendo rutas escolares.
En concreto, según un estudio realizado por la Federación Española Empresarial del Transporte de Viajeros (Asintra), solo dos de cada cinco autocares que realizan transporte escolar (38%) llevan instalados cinturones de seguridad.
Según la DGT, un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales. Nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales, podrían haberse evitado si se hubiera utilizado este tipo de dispositivo.
El transporte escolar está sometido a una serie de normas especiales de cuyo cumplimiento depende en muchos casos la seguridad de los menores.
Por todo ello, si la ley no exige estos cinturones para los niños en los autobuses escolares, son los padres, a través de los centros educativos o las asociaciones de padres los que deben exigir que los autocares escolares contratados cumplan todos los requisitos para este tipo de transporte.
Pero hay que decir también que el 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo, o justo en los instantes inmediatos, y en muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar, o de los padres. Y es que no podemos confiarnos en ningún momento.
Recuerda, en coche o en autobús, la carretera puede ser divertida y segura para los niños si seguimos las normas y evitamos distracciones. Siempre viene bien recordarlo en los medios y con campañas como la de la DGT por la seguridad en el transporte escolar, para que cada vez tengamos más conciencia de la importancia de esta cuestión.
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